Los analistas de la institución sostienen que se consolidó la desaceleración del sector de la construcción ante menor actividad en la edificación, tanto residencial como comercial, por lo que tanto el sector construcción como el mercado de vivienda tendrán un desempeño menor que la economía en su conjunto en este año.
“Durante 2016, el proceso de desaceleración comenzó a ser visible con menor demanda por crédito hipotecario y una contracción paulatina, tanto en el subsector de la edificación, por menor construcción de vivienda, así como en la obra civil, cuyo desempeño se mantiene en terreno negativo por las reducciones en el gasto público y en donde la participación de la inversión privada, aunque cada vez más importante no ha sido suficiente para evitar la desaceleración”.
Por una parte, indican que el sector vivienda podría crecer menos que la economía, debido a un estancamiento en el empleo mejor remunerado, menor crecimiento en el ingreso real y el freno a la caída de las tasas hipotecarias. Asimismo, consideran que los proyectos para construcción de vivienda disminuyen, en respuesta al incremento en las tasas de interés y altos costos de insumos, pero también por menor cantidad de subsidios para vivienda.
En lo que respecta a la obra civil, estuvo en terreno negativo durante todo el año y así lo estará en 2017. La mayor parte de la contracción se debe a una paulatina reducción en el presupuesto destinado a la infraestructura, en donde las áreas energéticas y de comunicaciones, que son las de mayor participación han sido las más afectadas.
“La reactivación de la obra civil podría apoyarse en la reforma energética y proyectos a través de las Asociaciones Público-Privadas, que sería tres veces más a lo ejercido en 2016, lo que significará un monto aproximado de 46 mil millones de pesos solo en las regiones más dinámicas del país”, afirmó el análisis Situación Inmobiliaria.