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En marzo, la economía mexicana frenó su ritmo de crecimiento tras dos meses al alza, debido a la debilidad del sector industrial y la pérdida de dinamismo en los servicios.

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El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) informó que el Índice Global de Actividad Económica (IGAE) presentó una contracción de 0.4% en marzo, respecto a febrero.

 

Las cifras oficiales mostraron que el sector industrial retrocedió -0.9%, con cifras ajustadas por estacionalidad, mientras que el sector servicios retrocedió -0.4% en marzo y solamente el sector primario fue el único con crecimiento a un ritmo mensual de 4.3 por ciento.

 

Asimismo, el INEGI informó que el Producto interno Bruto (PIB) tuvo un crecimiento de 0.2% trimestral entre enero y marzo, de acuerdo con la revisión que realizó.

Validaron estas cifras que se evitó una recesión técnica en México. Sobre el desempeño trimestral, un análisis de Monex indicó que “en este lapso, las actividades relacionadas a la industria (construcción y manufacturas) prevalecieron en una profunda contracción. Mientras que, las actividades terciarias (servicios y comercios) reflejan una notoria atonía. Por un lado, persiste un bajo dinamismo en el consumo privado y en la inversión, aunado a la incertidumbre comercial y la desaceleración en las exportaciones”.

Indicaron que existen una serie de riesgos para la economía mexicana para el resto del año, entre ellas:

  • Una mayor desaceleración económica.
  • Cambio en el proceso desinflacionario.
  • Una posible revisión anticipada del T-MEC.
  • Aspectos geopolíticos con EE.UU.
  • Mayor atención de las calificadoras sobre las finanzas públicas.
  • Menor ritmo de anuncios de inversión (nearshoring).
  • Cautela del sector empresarial a la espera de mayor visibilidad comercial.

 

De acuerdo con la más reciente encuesta quincenal de Citi, el consenso de analistas prevé que en 2025 el Producto Interno Bruto (PIB) de México crecerá apenas 0.1 por ciento.

 

En contraste, un análisis de Banorte anticipa que “el consumo se mantendrá como el principal soporte de la actividad en el segundo trimestre, beneficiándose de días festivos y campañas promocionales”.

 

 

Agregaron que “pensamos que la prudencia y cautela ha impactado las decisiones de gasto de los hogares. No obstante, el segundo trimestre del año podría ser mejor en este frente. Anticipamos que las personas seguirán optimizando su consumo con el aprovechamiento de ofertas y otras compras de oportunidad en el escenario actual”.

No obstante que el consumo podría brindar cierto alivio en el corto plazo, la economía mexicana enfrentará un segundo semestre con importantes retos internos y externos que pondrán a prueba su resiliencia.

Finalmente, analistas de Banamex afirmaron que “las perspectivas apuntan a que la actividad se mantendrá débil en los próximos trimestres. La economía mexicana se ha desacelerado de manera importante desde finales de 2023 y, a pesar del ligero repunte del PIB en 1T25, los datos muestran que en ese periodo la producción industrial continúa a la baja y los servicios se debilitan”.