Analistas del sector privado y el mismo Banco de México (Banxico) han venido corrigiendo a la baja sus perspectivas de crecimiento para el presente año.
Resaltó el banco central que el ajuste de su previsión puntual respondió al desempeño económico por debajo de lo esperado en el último trimestre de 2024 y considera que la economía se mantendrá débil durante el primer semestre. Además, el reporte del banco central señaló que el balance de riesgos para el crecimiento económico se mantiene sesgado a la baja.
Dentro de los principales riesgos señaló:
- La intensificación del ambiente de incertidumbre relacionada con las políticas que pudieran implementarse en Estados Unidos.
- Un menor crecimiento al esperado en Estados Unidos.
- Episodios de volatilidad en los mercados financieros.
- Un escalamiento de diversos conflictos geopolíticos.
- Que la reducción del gasto público resultante de la consolidación fiscal anunciada tenga un mayor efecto sobre la actividad económica.
- Y efectos adversos de fenómenos meteorológicos.
Hay que recordar que el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE), que mide la evolución de la actividad económica de México de manera mensual y sirve como una aproximación del comportamiento del PIB, presentó en diciembre del 2024 una contracción de 1.05% respecto al mes anterior. Esta es la mayor caída mensual del IGAE desde enero del 2024, cuando registró una contracción de 1.14 por ciento. Con esto, el IGAE registró una contracción anual de 0.65%, la mayor caída desde febrero del 2021, cuando apenas se cumplían los doce meses del impacto de la pandemia.
Señalaron analistas de Monex que “al cierre de 2024, las cifras del IGAE y del PIB plasman una notoria desaceleración en la economía mexicana; pues pese a presentar una mejoría en el 3T-4, la desaceleración estructural del componente de las actividades secundarias y ante un menor impulso de la inversión y consumo privado, el crecimiento de la economía se mantuvo severamente acotado”.
Por su parte, analistas de Banorte indican que persisten los riesgos de corto plazo. “En específico, las tensiones comerciales con Estados Unidos continúan, aunque la pausa en la entrada en vigor de los aranceles de 25% por temas de seguridad y migración ha dado un respiro tanto a los mercados como a la actividad. En este sentido, los esfuerzos por una pausa permanente están ocurriendo, destacando la visita del secretario de Economía, Marcelo Ebrard a Washington DC”.
Concluyeron señalando que “mantenemos nuestro pronóstico de una expansión de 1.0% del PIB en 2025, aunque con los riesgos sesgándose a la baja en el margen. De manera general, seguimos pensando que el dinamismo estará concentrado en la segunda mitad, con más alicientes y menos retos en el escenario”.