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El año 2025 será un periodo lleno de desafíos para la economía, marcado por una alta incertidumbre en torno a la política comercial y migratoria de Estados Unidos.

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Aunque el crecimiento económico del tercer trimestre de 2024 sorprendió al alza, ofreciendo un buen punto de partida para el PIB del próximo año (apoyado además por un mayor déficit fiscal proyectado para 2025), este impulso se ve limitado por la desaceleración en las exportaciones y la inversión fija bruta, atribuida a la posible imposición de aranceles a las importaciones mexicanas por parte de Estados Unidos.

 

En el informe “Situación México”, analistas de BBVA destacaron que el desempeño económico del tercer trimestre de 2024 fue positivo, considerando la debilidad observada en los tres trimestres previos. Sin embargo, el impacto favorable de este resultado queda mitigado por el riesgo de nuevos aranceles, lo que lleva a mantener sin cambios la estimación de crecimiento para 2025 en 1.0% y de 1.2% para el cierre de 2024.

 

Carlos Serrano, economista jefe de BBVA, señaló que esperan un incremento en los aranceles estadunidenses, particularmente para productos de China, aunque prefirió no especular sobre posibles medidas dirigidas a México debido a la falta de certeza en el tema. Para la economía estadunidense, proyectan un crecimiento de 2.7% en 2024 y de 2.0% en 2025.

 

 

Sobre el desempeño de la economía de México hasta el tercer trimestre de 2024, el informe Situación México señaló que los datos de septiembre consolidan al sector terciario como el segmento de mayor crecimiento por el lado de la oferta, con un avance interanual acumulado de 2.3% durante los primeros nueve meses de 2024.

 

Dentro de este sector, los servicios destacan por su desempeño (servicios profesionales y técnicos 17.4%, financieros 3.8%, transportes y almacenamiento 3.5%), mientras que el comercio presenta un crecimiento más moderado (comercio mayorista 1.9%, comercio minorista 1.6%). No obstante, se anticipa una posible ralentización en este sector si persiste el débil dinamismo de la masa salarial real.

 

Con respecto a la industria, la visión de los analistas de la institución financiera es que muestra una variación interanual acumulada de 0.9%, con comportamientos diferenciados entre sus subcomponentes.

 

 

En el caso de la inversión, continúa mostrando un bajo dinamismo debido a menores niveles de gasto público y privado. Hasta agosto, la inversión fija bruta total creció 6.6%, una cifra inferior al 17.7% observado en el mismo periodo de 2023. Tanto la construcción como la maquinaria y equipo han registrado menores tasas de crecimiento, con avances acumulados de 7.6% y 5.2%, respectivamente, muy por debajo de los 18.3% y 16.9% del año anterior. Por tipo de gasto, la inversión pública aumentó apenas 2.0% (en contraste con el 22.0% del año pasado), mientras que la inversión privada creció 7.4%, significativamente menor al 17.2% registrado en 2023.

 

Prevén que la inversión siga siendo el componente más débil de la demanda interna, en un contexto de mayor incertidumbre derivada de la reciente reforma judicial y los posibles cambios en los aranceles estadounidenses.