Los nuevos modelos económicos están transformando la manera en la que opera el mercado, estimulan la competitividad, la innovación, el crecimiento económico y el empleo.
Otro factor importante es que estos nuevos modelos atraen inversiones extranjeras y facilitan el acceso a nuevas fuentes de financiamiento, además de que mejora la reputación de las empresas.
Es por ello, que desde la empresa, la economía circular ayuda a minimizar costos y acelera el crecimiento gracias a la reducción de materias primas y el reciclaje de las mismas.
Así lo considera la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) de la Ciudad de México, que promoverá la Ley de Economía Circular, su impacto, características y beneficios entre empresas.
“Con el fin de que las empresas tengan una guía de cómo generar sustentabilidad en sus procesos, diferir la obsolescencia programada de los productos y, sobre todo, contribuir en el cambio de hábitos de los habitantes de nuestra ciudad”.
En días pasados, fue aprobada la primera Ley de Economía Circular en México para la CDMX, que pretende disminuir el impacto ambiental a través de la reducción de residuos y contaminación.
Y fomentar el aprovechamiento y uso de productos y materiales el mayor tiempo posible; regenerar los sistemas naturales mediante ciclos técnicos y biológicos que permitan la reintegración sustentable de sus componentes.
Otro tema relevante es la eficiencia energética y el aprovechamiento de las energías limpias y renovables para ahorrar recursos, pero también para darle un respiro a nuestro planeta, destacó la Coparmex CDMX.
En la capital del país, y como parte del Plan de Acción Basura Cero, la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) local destacó en el ‘Inventario de Residuos Sólidos 2021’, la puesta en marcha del Programa Itacate.
Dicho programa, implementado por la Central de Abasto (Ceda), en colaboración con las Secretarías de Desarrollo Económico (Sedeco) y de Inclusión y Bienestar Social (Sibiso), busca reducir el desperdicio de alimentos.
Además de evitar la contaminación de los productos por su disposición en contenedores de residuos y aprovecharlos como comida para la población vulnerable de la CDMX, mediante un centro de acopio, recolección y distribución de alimentos.
En México se desperdician 20.4 millones de toneladas de alimentos al año, lo que representa un desperdicio por persona de 170 kilogramos. Actualmente hay 7.4 millones de personas en pobreza y carencia alimentaria.
El diputado local José Fernando Mercado, impulsor de la ley, dijo a que la CDMX es punta de lanza a nivel nacional en la promoción de la economía circular, por ejemplo, con la planta de Biodiésel que convierte aceite en combustible en la Ceda.
“La producción de banquetas a partir del reciclado de cascajo, el parque Cuitláhuac en Iztapalapa y los pasamanos hechos de bolsas de plástico y materiales reciclados”, comentó a vertigopolitico.com a principios del mes en curso.