Finalmente, como en los viejos tiempos del PRI, el partido oficial en la CDMX, Morena, con su mayoría simple, aprobó un impuesto a las entregas de reparto en la CDMX por el solo hecho de “circular por las calles”.
Aunque el controvertido tema se discutió en el Congreso de la CDMX como parte de la agenda fiscal para 2022, aun con el rechazo de organizaciones de comerciantes, diputados, y miles de repartidores afectados, el congreso de la CDMX aprobó otro impuesto del 2% por uso de las calles, avenidas y banquetas, que son parte de la infraestructura de la ciudad.
El nuevo impuesto, que se aplicaría a las apps de reparto y envíos, (catalogados como delivery) como Uber Eats, Amazon, Mercado Libre, Amazon, Uber Eats, DiDi Food, también afectará a miles de operadores de unidades automotrices que movilicen a personas a través de otras aplicaciones similares.
En su momento, el Senado de la República, a través del Julen Rementería, dijo que este impuesto que mandó operar Claudia Sheinbaum, era una “locura”; y reprochó que actualmente a los millones de capitalinos se nos cobra el predial, que “supuestamente” es para obras de infraestructura y mejora de las vialidades.
Además de senadores, diversas agrupaciones como el Consejo Empresarial Mexicano de Comercio Exterior, Inversión y Tecnología, la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación, la Confederación de Cámaras Industriales y la Asociación Fintech México rechazaron la medida porque el nuevo impuesto elevará costos para el usuario final, restaurantes y plataformas de pago.
Atole con el dedo
Fiel a su estilo, Morena, a través de diversas maniobras, operó para evadir a los repartidores que se manifestaron en contra de la medida, además que reprocharon que el grupo de repartidores que fueron recibidos por la secretaria de finanzas, Luz Elena González, eran solo los allegados a ese partido y no representan a todo el gremio de la CDMX.
El grupo de repartidores de delivery denunciaron que la Jefa de Gobierno mandó cambiar solamente la redacción, pero en el fondo, el impuesto se quedó tal cual:
El Colectivo “Ni un repartidor menos” aseveró, “Se los dijimos. Por más correcciones que le hagan a la 307 TER, al mencionar personas físicas o morales sigue siendo lo mismo, el impuesto se traslada a repartidores, comercios y usuarios. No existe la certeza ni la seguridad de que las apps paguen”, mencionaron en su cuenta de Twitter.
Otra de las modificaciones que se hicieron implica que el dinero recaudado sería “usado preferentemente para tareas de mantenimiento de infraestructura en la ciudad”.
Posibilidad de litigio
Por su parte, en una entrevista para El Heraldo, Ramiro Ávalos Martínez, vicepresidente fiscal del Instituto Mexicano de Contadores Públicos, señaló que el impuesto de 2% que se cobrará en 2022, se podría cancelar si se declara inconstitucional.
Lo anterior podría ser a través de un litigio que interpongan las empresas afectadas.
En contexto, ayer 15 de diciembre, con 39 votos (en su mayoría de Morena) y 16 en contra, el Congreso de la Ciudad de México aprobó el Artículo 307 del Código Fiscal de la capital.
Ávalos Martínez agregó al respecto que la medida no debería ser un impuesto variable de porcentaje, sino una cuota fija, porque afectará aún más el crecimiento de las empresas, de por sí golpeadas por la crisis del Covid.
Finalmente, el gremio de los repartidores anunció una rodada de protesta en la capital por el nuevo impuesto del Gobierno de Claudia Sheinbaum,
Con información de El Heraldo, Redes sociales de “Ni un repartidor Más”, Xataca y Real Estate Market & Lifestyle.