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Mostró recuperación en julio respecto a junio, pero el repunte en contagios de dicho periodo volvió a ser motivo de ajustes en el consumo.

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La economía de México experimentó un incremento mensual de 0.5% en julio respecto a junio, por lo que no logró compensar la caída de -1.1% de junio, de acuerdo con información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

En cifras mensuales el sector secundario fue el más dinámico con un repunte de 1.1% en julio, mientras el sector servicio repunte apenas 0.3% y la actividad primaria avanzó 1.9%, todos respecto a junio.

De acuerdo con las cifras originales, el IGAE repuntó 7.1% en julio respecto al mismo mes del año previo. De enero a julio el indicador muestra un crecimiento de 8.3% en términos anuales; sin embargo, las cifras a partir del tercer trimestre ya no observarán el fuerte repunte del segundo.

Analistas de Banorte opinaron sobre el desempeño mensual de julio que, “creemos que estos resultados sugieren al menos un impacto moderado por la ‘tercera ola’ de COVID-19, con una pausa de la recuperación. No obstante, con la mejoría de las condiciones del virus esperamos un renovado dinamismo más adelante en el año, aunque no tan fuerte como en el 1S21”.

Sin embargo, siguen observando retos, principalmente en el sector de manufacturas por los reportes acerca de paros técnicos adicionales en varias plantas automotrices en el país por la falta de semiconductores continúan.

En BX+ sus analistas consideran que “el rebrote del virus podría alterar los patrones de movilidad y consumo, deteriorando la demanda por aquellos servicios dependientes de la interacción personal; además, agudizaría las disrupciones en las cadenas de proveeduría industrial a nivel mundial. De seguir disminuyendo los contagios, habrá espacio para que la actividad siga normalizándose”.

Esperan que en los reportes siguientes (agosto y septiembre) se reflejen con mayor claridad el impacto del último rebrote del virus en México y el mundo. “El miedo al contagio y la postergación de la expectativa del fin de la crisis sanitaria distorsionarían los patrones de movilidad y gasto, pesando sobre la demanda por servicios dependientes a la interacción personal. Además, las cadenas valor a nivel global tardarían más en restablecerse, especialmente tras el incremento de contagios en Asia, lo que seguirá generando retrasos en la industria mexicana, especialmente en las manufacturas de equipo de transporte y de electrónicos. Por último, el Paquete Económico 2022 confirmó que no habrá más apoyo fiscal y que la inversión pública seguirá enfocada en obras insignia”.

Finalmente, en BX+ opinan que hacia los meses siguientes, “la reducción en los contagios y el avance en la vacunación permitirán que el consumo privado se vaya normalizando y que la confianza mejore, lo que permitirá que el sector de servicios vuelva a repuntar. La obstrucción en las cadenas globales de valor y su efecto sobre el sector industrial, cederá parcialmente”.