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El buen cierre de año estuvo respaldado por la demanda originada por el nearshoring, principalmente de espacios industriales.

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A pesar de enfrentar retos como la tasa de interés histórica e inflación en niveles récord, los fideicomisos de Inversión en bienes raíces (Fibras), medidos por el índice S&P/BMV Fibras, tuvieron un cierre de año positivo, al generar un crecimiento de 4.2% en 2022.

Este desempeño se destaca, ya que el índice accionario S&P/BMV IPC que terminó en terreno negativo, con pérdidas de 9.0% en el mismo periodo, destacó Roberto Solano, gerente del área de Análisis Bursátil en Monex.

 

“En 2022, las Fibras mostraron un favorable desempeño operativo, principalmente en términos de ocupación, manteniendo el beneficio por el nearshoring, entre otros”, destacó el especialista.

 

Por lo que pronosticó que 2023 será igual de resiliente que el año pasado y seguirá con mayor fortaleza los fideicomisos inmobiliarios del sector industrial, mientras que los centros comerciales habrá una mejor dinámica por una mayor movilidad después de dos años con restricciones por el Covid-19, y confía en que las oficinas tengan un mejor desempeño.

 

“Un tema clave en el 2022 fue el nearshoring, una tendencia que ha beneficiado a diversos sectores económicos en México, principalmente al inmobiliario industrial”, expuso el especialista en Monex.

 

Destacó que, en los últimos 10 años, el área bruta rentable del sector inmobiliario industrial ha presentado una tasa anual compuesta de crecimiento (TCAC) de 10.2%, mientras que los niveles de rentas actuales en la Región del Norte, Bajío y Centro han presentado un aumento de 23.9%, 22.5% y 19.5% contra los últimos 5 años. 

Previo a la pandemia, las Fibras mostraban el punto más atractivo en la ocupación desde su debut (96.8%), mientras que para el 2023, dicha métrica mejoraría en un nivel de 97.5% con respecto al registro de 2019.

Los temas que tendrán la atención de los inversionistas en este 2023 serán, a decir de Roberto Solano, los aumentos en la tasa de interés de referencia de Banco de México contra los meses previos al cierre del 2022, pero posibles ajustes al cierre de 2023.

Así como un entorno de elevada inflación, aspecto que será un reto para las renovaciones de los contratos de las firmas, las inversiones en términos de adquisición y desarrollos, así como el regreso de los espacios corporativos.