Los mercados internacionales de capitales han estado muy sensibles a diversos acontecimientos, el más reciente el riego de insolvencia del gigante inmobiliario chino, Evergrande. Sin embargo, el temor de que esto sea el inicio de una nueva crisis financiera internacional como la detonada por “Lehman Brothers” parece tener menor posibilidad, aunque existe una gran desconfianza del mercado financiero hacia el gobierno Chino.
El mercado financiero internacional está muy sensible por todo lo ocasionado por la crisis económica-sanitaria desde 2020, por lo que cualquier evento suele ser maximizado por los mercados, como es el caso del gigante inmobiliario China.
“Desde la crisis financiera mundial de 2008-2009, el mayor temor de los mercados financieros ha sido no saber detectar el siguiente episodio Lehman. Se ha comparado el colapso de este banco de inversión estadounidense fuertemente apalancado con la crisis de la deuda europea en 2012, la crisis del gas shale en Estados Unidos en 2015 y la crisis económica de Argentina en 2019. Ninguno de estos eventos, por muy graves que fueran para los inversionistas y las empresas implicadas, se convirtió en una crisis mundial, y esperamos que suceda lo mismo con el Grupo Evergrande chino, es improbable que se convierta en un problema sistémico”, afirmó Yves Bonzon CIO de Julius Baer.
Asimismo, “calculamos que Evergrande únicamente representa el 0,24% de la exposición total de los préstamos de la banca china, por lo que en este caso no apreciamos ningún riesgo sistémico”, afirmó el especialista.
Por otra parte, hay dos grandes diferencias con el tema de Lehman, la primera es que se trató de una institución financiera y Evergrande es un desarrollador inmobiliario, la segunda es que en el primer caso se involucraba a miles y miles de inversionistas internacionales, en tanto que en Evergrande aparentemente se trata de inversionistas locales, en su mayoría.
En opinión de Gabriela Siller, directora de análisis económico y financiero de Banco Base, “la situación de Evergrande es delicada debido a su alto endeudamiento y a la sensibilidad que tiene actualmente el mercado y son dos los canales mediante los cuales puede darse un efecto dominó: 1) con las empresas a las que Evergrande dejaría de pagar los intereses y que podrían enfrentar falta de liquidez y 2) mediante la mayor aversión al riesgo global que podría llevar al mercado financiero global a la baja en este año, con subidas en las tasas de interés y en general generando un ambiente poco propicio para nuevas emisiones de deuda o capital, con freno en la recuperación económica global”.
Por ahora, el mayor temor en el mercado financiero es que siga creciendo la aversión al riesgo y por lo mismo afecte más a los mercados emergentes, por la percepción en cadena que se genera en este tipo de fenómenos. Lo anterior genera el riesgo de que siga presente una reestructura de portafolios de inversión, donde los mercados emergentes sean los más afectados. Sobre México, en particular, sigue presente el riesgo de que inversionistas internacionales continúen saliendo de bonos locales.
Los analistas locales e internacionales coinciden que, a corto plazo, las noticias de Evergrande mantendrán la volatilidad en el mercado financiero. Pero, el mercado inmobiliario asiático es demasiado atractivo para ser ignorado a largo plazo por su propio gobierno, por lo que pronto deberemos esperar una intervención local.
La historia de Evergrande y su impacto internacional apenas inició y seguramente estaremos viendo nuevos episodios en los próximos días y semanas.