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En el marco de la XIX Cumbre Mundial de Premios Nobel de la Paz, el Ing. Carlos Slim Helú compartió con los jóvenes asistentes una visión optimista para México en los próximos 12 a 20 años, destacando las oportunidades económicas derivadas del actual contexto global.

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Durante su plática, el presidente vitalicio de Grupo Carso destacó cómo las transformaciones en la economía global, el nearshoring y las alianzas estratégicas con Estados Unidos posicionan a México en una situación ventajosa para aprovechar un futuro de crecimiento acelerado.

El Ing. Slim subrayó que el mundo ha pasado de una confrontación bélica en sociedades históricas a una confrontación económica y tecnológica en la actualidad, refiriéndose a la rivalidad actual entre Estados Unidos y China. Recordó que, a partir de 2021, ambos países entraron en una competencia comercial y tecnológica. China, con su creciente poder industrial y tecnológico, ha estado cerca de superar a la economía de Estados Unidos, lo que ha generado una respuesta estratégica por parte del gobierno estadunidense para fortalecer su industria interna.

Oportunidades para México: El nearshoring y la producción local

 

Uno de los aspectos más relevantes que el Ing. Slim destacó fue el fenómeno del nearshoring, que implica la reubicación de procesos productivos más cerca de los mercados de consumo, en lugar de depender de países asiáticos como China o Vietnam. Este proceso, según el empresario, representa una oportunidad invaluable para México.

 

"Monterrey está teniendo una situación tan importante en esta transformación y en este proyecto", afirmó el Ing. Slim, haciendo alusión al rol clave que el norte del país, y en especial la región fronteriza, jugarán en esta nueva etapa de desarrollo.

La apertura del mercado estadunidense para que México participe en la producción de bienes que antes se fabricaban en Asia, como los chips y otros productos tecnológicos, podría traducirse en un incremento significativo en la competitividad industrial mexicana.

 

Durante su plática con jóvenes, que fue presentada por la doctora Gisselle Morán, el empresario mexicano enfatizó que, si México lograra producir el 20% o 25% de lo que actualmente importa Estados Unidos de China, la economía mexicana se vería profundamente fortalecida.

 

Mano de obra competitiva y crecimiento salarial

También hizo hincapié en dos ventajas clave que tiene México en comparación con otros países: “la competitividad de su mano de obra” y el “costo relativamente bajo de los salarios”. Señaló que mientras en Estados Unidos se fue abandonando la manufactura para enfocarse en el sector de servicios, México ha mantenido una fuerza laboral especializada en la producción industrial. Además, el salario mexicano, aunque más bajo que el estadunidense, está incrementándose paulatinamente, lo que ayuda a fortalecer la demanda interna y mejorar la calidad de vida de la población.

 

 

Otro de los puntos que resaltó fue el efecto positivo de las prestaciones laborales en México, como la participación en utilidades y los fondos de pensión. Estos factores no solo benefician a los trabajadores, sino que también contribuyen a un crecimiento económico más equitativo.

Un futuro prometedor para los próximos 20 años

 

A pesar del modesto crecimiento económico que México ha experimentado en las últimas décadas, Slim Helú proyecta un futuro prometedor. Desde 1982, el país ha crecido a un ritmo anual de solo el 1.9%, muy por debajo del 6.42% que logró entre 1932 y 1981. Sin embargo, si México aprovecha las oportunidades que presentan el nearshoring y su alianza económica con Estados Unidos y Canadá, podría duplicar su Producto Interno Bruto (PIB) en los próximos 12 a 14 años.

 

Este aumento en el PIB se traduciría en un crecimiento del ingreso per cápita, que podría alcanzar los $20 mil a $30 mil dólares en ese periodo. Esto situaría a México en el umbral de los países desarrollados, con una economía robusta y un mejor nivel de vida para su población.

 

 

Instó el Ing. Carlos Slim Helú a los jóvenes a ser parte activa de este cambio, a integrarse en los procesos de transformación tecnológica y a trabajar con inteligencia para capitalizar estas oportunidades. Con un enfoque claro hacia el futuro y una economía norteamericana en crecimiento, México tiene la posibilidad de convertirse en un socio estratégico en la producción global, consolidando su posición como una potencia económica regional en los próximos años.

 

"Hay que trabajar con inteligencia para que esas inversiones se hagan en nuestro país", concluyó el Ing. Slim.