Arrojar semillas sobre un basurero, jamás generaría nada. Arrojar voluntades a esos mismos desperdicios permite florecer ciudades y jardines -aún en medio de la nada-. Y eso lo anticiparon muy bien al reunir esfuerzos la empresa IDEAL y un grupo más de empresarios, quienes en mancuerna con las autoridades del Estado de México, conjuntaron en uno de los puntos ambientalmente más hostiles de la Zona Metropolitana, ingeniería de punta, planes de desarrollo social y cuantiosos recursos. El resultado: La obra ecológica, deportiva, educativa, médica y comercial más ambiciosa, jamás creada.