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El grupo financiero mexicano Banorte se convirtió hoy en el primer banco de este país y el sexto de Latinoamérica en cotizar en el mercado Latibex de la Bolsa de Madrid

¿Y dónde están los capitales?

Sequía de financiamiento inmobiliario

Hasta hace unos cuantos meses, algunos actores del sector inmobiliario mexicano solían decir que “había más recursos, que buenos proyectos para invertir”. Entonces eran tiempos de “vacas gordas”, de  cap-rates que atraían a fondos internacionales de inversión y pensiones, tal y como abejas al panal. Hoy, este mercado enfrenta serias dificultades para financiarse, por lo que hay quienes aseguran que el dinero se ha ido a otras latitudes, mientras que otros dicen que sigue habiendo, aunque más caro y con más restricciones. El punto es, ¿en dónde está el dinero?

 

El regreso prometido sofoles y sofomes

La fuente de financiamiento más importante para los desarrolladores y promotores de vivienda, hasta buena parte del 2009, fueron las Sofoles y Sofomes, pero la crisis financiera que desató Estados Unidos y que afectó seriamente el acceso a los mercados de capitales y deuda, ocasionó un serio problema para este tipo de empresas que hoy tratan de superar.



NAVAJA DE DOBLE FILO 




El mercado de bursatilización hipotecaria

Si hay un instrumento que ha permitido el florecimiento de la industria inmobiliaria en el mundo, ese es el de la emisión de títulos de deuda respaldados por hipotecas. Sin embargo, este mercado posee riesgos intrínsecos muy serios, que mal manejados, pueden provocar la bancarrota de las empresas hipotecarias más grandes de Estados Unidos y con ello, el tremor de la economía global. Por fortuna, en México la historia de estos mercados es muy diferente.

Urge convergencia de objetivos en el sector vivienda

Es lamentable pero debemos aceptarlo: hasta ahora no ha existido una convergencia de objetivos, intereses y programas entre todos los sectores que participan en el sector de la construcción y financiamiento de la vivienda, léase las autoridades a nivel federal, estatal o municipal, los desarrolladores, la banca comercial y de fomento, las sociedades financieras de objeto limitado (Sofoles) y muy probablemente los mismos ciudadanos, contribuyentes, clientes o acreditados finales.