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A escala mundial, el número de turistas puede disminuir un 78%, lo que pone en peligro más de 100 millones de puestos de trabajo directos.

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De acuerdo con especialistas, el COVID-19 no solo ha derrumbado los cimientos económicos de la industria turística al generar pérdidas por arriba del billón de pesos, sino que causó una crisis social al generar un grave desempleo entre mujeres y jóvenes, la principal fuerza laboral de las empresas turísticas. 

Según las proyecciones de la Organización Mundial del Turismo (OMT) a escala mundial el número de turistas puede disminuir entre 58 y 78%, lo que pone en peligro más de 100 millones de puestos de trabajo directos del sector, muchos en Micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes). 

En México, el Centro de Investigación y Competitividad Turística de la Universidad Anáhuac (Cicotur) señala que el sector tendrá una pérdida de un millón de empleos en este año, aunque la cifra puede subir de continuar los contagios y las restricciones a la movilidad. 

Añade que las características propias de los trabajos hacen que la afectación tenga algunos sectores con una mayor vulnerabilidad, “no solo en mujeres trabajadoras y madres solteras, que encuentran con frecuencia ocupación en la industria restaurantera, sino también en los jóvenes”. 

El Consejo Nacional Empresarial Turístico (CNET) indica que este sector es el segundo mayor empleador de personal femenino, y significa la puerta de entrada al mundo laboral para los adolescentes. Señala que las mujeres son un gran pilar para esta industria; un 54% de ellas estaban empleadas a nivel mundial. 

Cicotur señala que antes de la pandemia se tenía una fuerza laboral en la industria de aproximadamente 4.1 millones y con las pérdidas pronosticadas quedará en 3.1 millones para finales de este año. Mientras que causará una pérdida anual para el turismo de 1.4 billones de pesos, publicó Milenio.

En este sentido, ocasionará que el gobierno federal deje de captar 101,500 millones de pesos por concepto de pago de impuestos. La afectación será por una menor captación fiscal en términos del Impuesto Sobre la Renta, al Impuesto al Valor Agregado  y al Derecho de No Residente (DNR). 

Otro efecto adverso del desempleo será la pérdida de gente con altos conocimientos y especializada en los diversos rubros, como ventas, restaurantes o atención a clientes. Y una vez que se consolide la recuperación del sector, tendrá que buscarse nuevamente a personas especializadas en el escenario laboral del país.