Dichas reglas, señaló Roberto Solano, analista bursátil y de los sectores de Construcción y Vivienda de Monex Grupo Financiero, permitirán a las empresas contar con un crecimiento ordenado, además de varios vehículos para un mayor financiamiento.
En su opinión, los estímulos gubernamentales beneficiarían más a las pequeñas y medianas empresas, ya que los principales desarrolladores que cotizan en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) atraviesan por una situación financiera complicada.
Por su parte, Acciones y Valores Banamex Casa de Bolsa, comentó que al encontrarse las tres constructoras de vivienda más grades del país en procesos de reestructuración de deuda, el objetivo del gobierno no es atraer las inversiones bursátiles.
“El objeto sería, intentar asegurar que existe suficiente disponibilidad de crédito y estímulos que permitan un crecimiento modesto entre las constructoras más pequeñas y privadas que contrarresten la situación de las grandes constructoras que cotizan en el mercado accionario mexicano”, indicó.
De acuerdo con Ramón Ortiz, de Actinver Grupo Financiero, los dos nuevos programas contribuirán a reducir el riesgo de refinanciamiento de la industria de la vivienda en una forma parcial, y no podrán resolver las perspectivas de un crecimiento menor en el sector.