El otro proyecto, uno de muchos que fueron completados en los últimos años, está planteando dudas dentro del grupo sobre las perspectivas del mercado de alquiler.
“Estamos teniendo mucho cuidado con lo que hacemos en el mercado de oficinas”, dijo Rodrigo Assam, director de relaciones con los inversionistas de Grupo Gicsa. “No queremos entrar en ninguna guerra de precios”.
La Ciudad de México enfrenta una sobreoferta de espacio para oficinas que probablemente se pondrá peor luego del surgimiento de nuevos desarrollos en los últimos años.
En 2015, aparecieron en el mercado 542,000 m2 de espacio de oficinas de alta calidad en México, más del doble de la cifra anual promedio entre 2003 y 2013.
Se espera que esa sobreoferta, que ha estado deprimiendo los alquileres y elevando el espacio vacante, aumente. Se proyecta que cerca de 1.7 millones de m2 de espacio adicional salga al mercado en los próximos tres años, lo cual está aumentando el espacio de primera en aproximadamente un tercio.
La tasa de desocupación de este tipo de espacio subió de 11% en el tercer trimestre de 2015 a 14.6% en el tercer trimestre de este año, mientras que los precios de los alquileres se redujeron 8% a 25.55 dólares el m2, según CBRE y afirma que los alquileres caerán a 24 dólares para 2018.
Entre tanto, los edificios de oficinas siguen levantándose.
Hace unos años una combinación de incentivos tributarios y capital de fondos de inversión en bienes raíces mexicanos desataron un auge de la construcción. Desde hace tiempo empezaron a surgir señales de problemas, pero los constructores siguieron planeando nuevos proyectos.
Entre tanto, el mercado petrolero se desplomó, el peso se depreció y Donald Trump, que ha prometido renegociar acuerdos comerciales con México, se convirtió en el candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos. Esos factores perjudicaron aún más la demanda de espacio de oficina que ya de por sí tenía un exceso.
Pedro Azcué no espera mejorías fundamentales en el mercado de oficinas y proyecta que la tasa de desocupación aumentará a 19% para 2018. “Va a empeorar antes de mejorar”, advirtió.
Algunos inversionistas optimistas continúan comprando propiedades.
The Wall Street Journal