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Son muchas las técnicas que se utilizan para incitar a los consumidores a comprar en los centros comerciales. Cada detalle cuenta; nada es casual en estos establecimientos en el que lo psicología juega un papel importante. Los métodos más utilizados suelen jugar con la psicología para crear percepciones irreales, que muchas veces se dan cuenta de que han comprado más de lo que en un principio pensaban. ¿Quieres saber esos secretos?  

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1.    Colocar precios con centavos

Los clientes tienen a fijarse en la primera cifra antes que en los centavos. La sensación final es que un producto que valga 8.99 pesos es más barato que uno cuyo precio llegue a los 9 pesos. A pesar de que la diferencia es mínima.

Estas técnicas juegan con el factor psicológico. Es uno de los métodos más utilizados por parte de todos los comercios y no hay un solo consumidor que no se haya percatado de su existencia, aunque al final, sigues comprando.

2.    Los productos imprescindibles van al fondo

Esta es una sugerencia mucho más sutil ante los ojos del consumidor. Si los productos imprescindibles están al fondo, el consumidor tendrá que recorrer todo el establecimiento para llegar a ellos y visitar otras secciones, donde puede que caiga en la tentación de adquirir algún otro artículo.

3.    Si no lo ve el papá, lo verá el niño

Los ojos y la altura de una persona adulta no pueden ver lo que ven los niños pequeños, que tienen otra visión de las zonas más bajas de las estanterías, por lo que ciertos artículos, más dedicados a un público infantil, suelen ser situados aquí. Después el niño en cuestión tendrá la capacidad de persuasión con sus padres, quienes decidirán la compra.

4.    Si lo quieres, tendrá que estar frente a tus ojos

Los productos que suelen situar a la altura de los ojos del consumidor son aquellos que los proveedores quieren que compres. Puede ser que de este producto se cuenta con un volumen más elevado, o que el margen de beneficios de cierto artículo es superior que del resto. Mientras tanto, las alternativas de compra se suelen encontrar en rincones más recónditos, más escondidos, menos visibles.

5.    Carros más grandes

Cuanto más grande es el recipiente, más costará llenarlo. Es una cuestión básica, un carro vacío deja una sensación extraña de insatisfacción psicológica, por lo que los clientes necesitan seguir comprando para llenarla.

Los carros nacieron alrededor de 1930 y desde ese momento no han hecho más que aumentar su tamaño. Tal vez es uno de los recursos más sutiles y del que menos se percata la gente a la hora de comprar.

6.    Productos en el área de cajas

Es una última tentación; un intento desesperado porque sigas comprando hasta el último momento. Son artículos que no tienen gran valor, pero que aun así reportan grandes beneficios. Por ejemplo, aquí encontrarás chicles, barritas, dulces, pilas y  caramelos. Su bajo precio ayuda a que este tipo de pensamiento funcione.

7.    Producto rebajado, distribución caótica

La sensación de caos es habitual en las zonas donde se venden los productos más rebajados. Pueden ser productos alimenticios, ropa, electrónica. El desorden obliga a los usuarios a buscar un tesoro entre una gran cantidad de productos que no sirven para nada. Es decir, le ofrecen a los consumidores a entrar en una especie de juego en el que gana quien encuentra el producto más interesante a menor precio.

8.    El truco de la fruta y la verdura

Estas zonas se suelen situar a la entrada de estos locales, aunque lo lógico es adquirir estos alimentos frescos al final de la compra. La razón que da sentido es que si los usuarios compran productos saludables al principio, luego se encuentran en predisposición de adquirir más precocinados. También se suele hacer uso de este método para ofrecer una sensación positiva de color y aroma fresco.

9.    Anaqueles pequeños, pasos grandes

Una técnica muy extendida entre este tipo de establecimientos es la de hacer pensar al consumidor (vuelve la psicología encubierta) que está yendo más rápido de lo que realmente lo hace. Así, y sobre todo en las zonas con productos más interesantes, el cliente reducirá el paso al percatarse y dará una mirada más intensa a la zona por la cantidad de productos que se exhiben.

Los anaqueles pequeños se utilizan para ofrecer esta sensación, ya que el sonido del carro de la compra continuamente golpeado sobre el suelo ofrecerá esta falsa sensación al comprador.

10. Rojo, el color de las rebajas

Hay cierta tendencia general a relacionar el color rojo con grandes ofertas y descuentos. Esta sensación del usuario medio es usada por las grandes superficies para confundir a los usuarios que acudirán al cartel con la esperanza de un gran precio.

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