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Los compradores con liquidez siguen dominando tanto en los segmentos más accesibles como en los de lujo del mercado residencial estadounidense.

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Durante el primer semestre de 2025, el 32.8% de las viviendas vendidas en Estados Unidos se adquirieron completamente en efectivo, de acuerdo con un análisis de Realtor.com. Aunque la cifra es ligeramente menor a la del año anterior, se mantiene muy por encima de los niveles previos a la pandemia, cuando las compras al contado representaban cerca del 28.6% del total.

 

El fenómeno, que ganó fuerza durante los años de escasez de oferta inmobiliaria, continúa siendo un factor determinante en la dinámica del mercado, especialmente en un entorno donde las tasas hipotecarias elevadas han limitado la capacidad de compra de muchos hogares.

 

“Los compradores con liquidez —ya sean inversionistas, personas con alto poder adquisitivo o quienes buscan una segunda residencia— pueden actuar con rapidez y tienen una ventaja importante frente a quienes dependen de financiamiento”, explicó Danielle Hale, economista en jefe de Realtor.com.

El dominio del efectivo: lujo e inversión

Revela el estudio que el uso del efectivo se concentra en los extremos del mercado. Cerca de dos tercios de las viviendas con precios por debajo de 100 mil dólares se pagaron sin crédito, lo mismo que más del 40% de las propiedades valuadas en más de un millón, y más de la mitad de las que superan los 2 millones de dólares.

En los segmentos de menor valor, esta tendencia responde a la limitación en el acceso al crédito o a estrategias de inversión, mientras que en el extremo superior refleja la concentración de la riqueza y la menor sensibilidad a los costos de financiamiento.

 

Muchos compradores mayores o con un patrimonio consolidado utilizan los recursos obtenidos de la venta de una vivienda anterior para comprar sin recurrir a hipoteca, mientras que quienes poseen grandes fortunas deciden entre pagar al contado o financiarse según convenga a su portafolio financiero.

 

Estados y ciudades con más compras en efectivo

Las operaciones al contado fueron especialmente comunes en Misisipi (49.6%), Montana (46.0%), Idaho (45.0%), Hawái (44.9%) y Maine (44.4%).

Mientras que en estados como Misisipi las cifras reflejan precios más accesibles y menor acceso al crédito, en Hawái y Maine predominan los compradores de segundas residencias de alto nivel económico.

 

 

A nivel metropolitano, Miami (43%), San Antonio (39.6%), Kansas City (39.2%), Birmingham (38.8%), Houston (38.8%) y St. Louis (38.1%) se posicionaron entre las ciudades con mayor proporción de ventas al contado.

Estas urbes combinan distintos motores: desde la demanda internacional de lujo en Miami y Houston, hasta la actividad de inversionistas y la asequibilidad relativa en el centro y sur del país.

 

Y en contraste, los mercados con viviendas más costosas y una población más joven, como Seattle (17.9%), San José (20.6%), Denver (20.7%) y Washington, D.C. (21.5%), registraron los porcentajes más bajos, reflejando una mayor dependencia del financiamiento hipotecario.

 

Tendencias regionales y perspectivas

Algunas regiones experimentaron aumentos notables en el número de compras al contado: Virginia Occidental (+5.3%), Nuevo México (+4.0%), Texas (+2.8%) y Nueva York (+2.0%), impulsadas por inversión inmobiliaria, migración de compradores con mayor poder adquisitivo y reanimación del mercado de lujo.

Pero en cambio, estados como Hawái, Nuevo Hampshire y Dakota del Norte registraron descensos, reflejando una menor participación de compradores de lujo o un repunte del crédito hipotecario.

De acuerdo con los analistas, si las tasas de interés hipotecario bajan en los próximos meses, podría reducirse la brecha entre quienes pagan en efectivo y los compradores financiados, ya que los menores costos de los préstamos incentivarían el regreso de los compradores primerizos y de clase media.

 

“Las ventas al contado reflejan cómo la concentración de la riqueza sigue moldeando el mercado de la vivienda en Estados Unidos”, señaló Hannah Jones, analista sénior de Realtor.com. “Sin embargo, si las tasas bajan, podríamos ver un repunte de la demanda financiada. Por ahora, el efectivo sigue siendo una ventaja decisiva”, puntualizó.