Con esta decisión, Fibra Uno no solo responde a las inquietudes de sus inversionistas, sino que da un paso firme hacia una gestión más eficiente, alineada con estándares globales y con un mayor foco en la creación de valor a largo plazo.
El fideicomiso mantendrá el flujo de rentas de estos activos hasta el cierre definitivo de la transacción, la cual está sujeta a la aprobación de la Comisión Federal de Competencia Económica (COFECE) y a una serie de condiciones, como auditoría, cesión de marcas, contratación de personal clave y acuerdos operativos.
Una transición esperada por el mercado
Aunque el monto de la transacción podría parecer elevado, Intercam considera que el mercado ya anticipaba una cifra similar, y destaca que los ahorros futuros por comisiones y honorarios compensarán este desembolso. Solo en 2024, FUNO pagó más de $932 millones de pesos en honorarios de administración, equivalentes al 0.5% de su patrimonio y casi el 10% de su flujo operativo.
Se estima además que, el monto acordado representa aproximadamente 11% del valor de capitalización bursátil actual de FUNO y 3% de sus activos totales, lo cual impactará en el balance por la salida de estos inmuebles, pero también debería reflejarse en menores gastos operativos.
Perspectivas: entre la eficiencia y el valor desbloqueado
A pesar de un ligero retroceso de 1% en el precio de sus certificados tras el anuncio, FUNO acumula una ganancia cercana al 25% en lo que va del año. El mercado también mantiene la atención sobre la esperada colocación en bolsa de su portafolio industrial a través de Fibra Next, una operación que podría desbloquear aún más valor en su estructura de negocios.