Los bienes raíces agroindustriales no reciben muchos reflectores, pero por el creciente uso de tecnologías, financiamiento sustentable y maximizando el uso de la tierra, cada vez cobran mayor relevancia.
Rising Farms, la empresa mexicana especializada en invernaderos de alta tecnología, continúa con su acelerado crecimiento y expansión al adquirir un nuevo invernadero en San Luis Potosí.
Con apenas cinco años de operaciones, Rising Farms ha logrado un crecimiento, pasando de 147 a 900 empleados, posicionándose como uno de los jugadores importantes del sector agrícola mexicano.
“Entonces estás hablando que en un planeta en el que, pues tenemos los mismos recursos y cada vez hay más gente, pues hay que encontrar formas de hacer más con menos y pues esta es una de las soluciones”, destacó Pablo Ricaud, fundador de la compañía.
La empresa, que se especializa en la producción controlada de jitomates, pepinos y pimientos, ha implementado sistemas automatizados de control climático, inteligencia artificial para riego y ventilación, y técnicas innovadoras como el cultivo en fibras en lugar de suelo.
Todo esto permite una mayor eficiencia en el uso de recursos, lo que resulta especialmente relevante dado el creciente desafío de la escasez de agua y tierra cultivable.
Rising Farms ha logrado financiar sus operaciones a través de rondas de inversión que han sumado 20 millones de dólares, con un fondo europeo especializado en sostenibilidad respaldando su más reciente adquisición.
Además, la compañía se distingue por su enfoque en la sostenibilidad, utilizando solo el 10% del agua tradicionalmente requerida en la agricultura y maximizando el rendimiento por metro cuadrado hasta 30 veces más que en métodos convencionales.
Su visión es mantener una tasa de crecimiento anual de ventas del 75% y seguir expandiendo sus operaciones, con el objetivo de transformar la producción agrícola en México y contribuir a un modelo más eficiente y sustentable para enfrentar los desafíos globales actuales.