Debido a la mayor demanda de espacio por parte de las empresas que llegan al país o también de aquellas que, ya instaladas, han buscado expandirse, uno de los sectores en donde se ha evidenciado más notoriamente el impacto de la llegada de nuevas inversiones es el de bienes raíces industriales.
El 2023 finalizó con una tasa de vacancia del 2.2% en los parques industriales, nivel estable respecto a 2022 (2.1%) pero por debajo de los niveles de cerca del 6% que se presentaban entre 2019-2020, según datos de la Asociación Mexicana de Parques Industriales Privados (AMPIP).
Así lo señaló Intercam Banco en su ‘Reporte trimestral: Hablemos de nearshoring’, en donde resalta que, la absorción neta de espacio industrial en México (espacio nuevo ocupado menos espacio desocupado) creció 16% a/a al cierre de 2023.
Mientras que la demanda asociada al nearshoring habría representado 1.7 millones de m2 en 2023, es decir, un crecimiento de 5% respecto a 2022, impulsado principalmente por el sector automotriz y de electrónicos y electrodomésticos, sobre todo en el Norte del país.
Por destino, los estados fronterizos son los principales beneficiarios de la demanda de espacio por nearshoring, por ejemplo, Ciudad Juárez concentró 27% de la demanda en 2023, seguido por Monterrey que se quedó con el 24%. En conjunto, los estados del norte del país recibieron el 80% de la demanda de espacio mientras que el resto de los mercados del país recibieron el 20%.
Otro dato que destaca el reporte y que da cuenta del dinamismo del sector de bienes raíces industriales es el monto de las inversiones que se destinan al mismo. Tan solo la AMPIP estima que en 2024 sus miembros invertirán 3.185 millones de dólares lo que representa un crecimiento de 14.2% respecto a la inversión de 2023, que cerró en 2.790 mdd.