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Los compradores de las grandes ciudades de Estados Unidos tienen tres veces más probabilidades de encontrar el amor que los compradores del campo, de acuerdo con una encuesta de Zillow.

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Este Día de San Valentín, una encuesta de Zillow desafía el orden convencional del amor, el matrimonio y la propiedad de una vivienda, ya que más de dos de cada cinco compradores recientes de vivienda (42%) afirman haber encontrado el amor después de comprar su nueva casa. La proporción es aún mayor para los compradores de la Generación Z (64%), los millennials (49%) y los compradores primerizos (51%).

Los compradores recientes tienen más del doble de probabilidades de encontrar el amor en las grandes ciudades que en el campo. Casi el 70% de los compradores recientes que encontraron el amor después de mudarse informaron haber comprado en un área urbana (68%), en comparación con el 33% que se estableció en un área rural y solo el 22% que compró en los suburbios.

"Acontecimientos de la vida, como emparejarse y enamorarse, a menudo incitan a las familias a comprar una casa. Lo que descubrimos es que el amor no solo impulsa la compra de una vivienda, sino que la compra de ésta parece provocar también el amor. Ser propietario de una vivienda puede brindar seguridad financiera, una base estable y un lugar para crear recuerdos para toda la vida. Para muchos compradores, también parece ser, al menos en parte, el trampolín para echar raíces y encontrar el amor", mencionó Manny García, científico demográfico senior de Zillow. 

 

 

Quizás el dinero pueda ayudar a encontrar el amor y una casa. Los compradores con un ingreso familiar anual de al menos 100 mil dólares tenían aproximadamente el doble de probabilidades de informar haber encontrado el amor desde que compraron su nueva casa, y el 58% mencionó tal conexión. En contraste, solo el 28% de los compradores recientes con ingresos inferiores a 50 mil dólares dijeron que encontraron el amor después de mudarse.

Una posible explicación es que los compradores con mayores ingresos tienden a ser más jóvenes, y las generaciones más jóvenes eran las más propensas a informar haber encontrado el amor después de mudarse. Los compradores recientes con ingresos medios de 100 mil dólares o más eran entre 9 y 11 años más jóvenes que aquellos con ingresos inferiores a 50 mil dólares.

 

Casi la mitad de los compradores de viviendas solteros y nunca casados dijeron que se enamoraron después de mudarse a su nueva casa (47%), mientras que los compradores de viviendas divorciados, separados o viudos son los menos propensos a informar haber encontrado el amor después de mudarse (9%).

 

La dinámica de género también parece estar en juego. Los compradores masculinos tienen aproximadamente el doble de probabilidades que las compradoras de informar que se han enamorado desde que se mudaron a sus nuevas casas: 55% versus 28%, concluye el informe.