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El significado de barrio está siendo redefinido por los desarrollos urbanos con mentalidad ecológica.

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En un principio, parecía una locura la idea de una ciudad inteligente en expansión y con mentalidad ecológica, cuya visión utópica era impulsada por la tecnología que prometía redefinir la comunidad. Pero ahora, los diseños de estos desarrollos futuristas, supervisados por reconocidas firmas de arquitectura, han florecido en los últimos años.

Un claro ejemplo es el distrito comercial internacional Songdo de Kohn Pedersen Fox en las afueras de Seúl, que ha atraído a miles de residentes que viven, trabajan y compran en vecindarios peatonales ubicados en mil 500 acres de tierra recuperada.

El plan BiodiverCity de Bjarke Ingels Group (BIG) atrajo la atención por su trifecta de islas artificiales que se asemejan a nenúfares construidas en Penang en Malasia. Pero pronto le siguió Oslo Science City, un centro de innovación de cero emisiones netas en la capital noruega diseñado con A-Lab.

De acuerdo con hospitalitydesign.com, otros proyectos a gran escala que están en proceso son el plan de ShoP Architects para Konza Technopolis, un centro de negocios y tecnología ubicado al sureste de Nairobi, Kenia. Recientemente URB reveló los Parques en Sudáfrica, una ciudad planeada para producir el 100% de su energía, agua y alimentos en el sitio a través de biodomos, generadores de aire a agua que funcionan con energía solar y producciones de biogás.

 

 

Está también el desarrollo sin automóviles de OMA, la Ciudad Futura de Ciencia y Tecnología de Chengdu en la provincia china de Sichuan; la extensión contemporánea de SOM de El Cairo, unida a la metrópoli egipcia a través del transporte público; y Maldives Floating City de Waterstudio, donde 5 mil casas de poca altura se agrupan en una laguna.

Amaravati en India, anclado por un complejo gubernamental, será cortesía de Foster + Partners, la misma firma detrás del plan maestro de Ellinikon de 67 millones de pies cuadrados de Lamda Development en la Riviera griega de Atenas, transformando el sitio en una serie de barrios autosuficientes y transitables de uso mixto.

 

El Medio Oriente no se queda atrás, con la ecología en el corazón del Proyecto del Mar Rojo, que es parte del programa Saudi Vision 2030. Administrado por Red Sea Global, tiene que ver con la hospitalidad y la recreación, con 50 hoteles programados para completarse en el 2030 en una franja de la costa oeste del país.

 

Con un enfoque residencial, The Line, es una megaciudad impulsada por energía renovable para unos nueve millones de personas al norte del Mar Rojo. Forma parte del desarrollo NEOM, que comprende más de 10,000 millas cuadradas de iniciativas de turismo sostenible, incluidos hoteles.

Su primer socio es Ennismore, que traerá un 25Hours inspirado en la ciencia ficción y un Morgans haciendo alarde de un techo en forma de pista de esquí en Trojena, la estación de esquí al aire libre de NEOM. Mientras que en Kuwait se verá la ciudad XZero, rica en biodiversidad.

Pero no todas las ciudades del futuro están sobre la tierra. La firma italiana Lazzarini Design Studio trabaja en Pangeos, un terayate que calificará como el barco más grande del mundo, a la vez que también es una ciudad flotante con parques, tiendas y residencias para albergar hasta 60 mil personas cuando se inaugure en los próximos ocho años.

América del Norte también se está entusiasmando con la idea de las Smart cities. En Innisfil, al norte de Toronto, el estudio Partisans fusiona la vida rural y urbana con el innovador Orbit, que combina fibra óptica, vehículos autónomos y puertos de drones en 450 acres.

 

"Ciudad inteligente ya no es un término lo suficientemente expansivo para clasificar los tipos de proyectos gigantes que ocurren en todo el mundo", comentó Tom Wiscombe, arquitecto de Los Ángeles.