Para que las empresas continuaran siendo productivas y alcanzaran sus objetivos, durante la pandemia tuvieron que implementar el Home Office.
Debido a eso, muchas personas tuvieron que adaptar algún espacio de sus hogares para improvisar o crear un área de trabajo que les permitiera realizar sus actividades laborales.
Además de un escritorio y una silla, uno de los factores más importantes, y que muchas veces se pasa por alto, es una buena iluminación, y un gran aliado para iluminar cualquier espacio es la luz natural.
Cuando se trata de un lugar cerrado, una iluminación con potencia, temperatura y color adecuados permite una mayor concentración, incrementa la creatividad y ayuda a mejorar el estado de ánimo.
Tipos de luz
En el mercado existen diferentes tipos de luz, como la cálida, la fría o la neutra; las cuales pueden ser directas o indirectas. Con base en diversos estudios, se ha observado que la luz cálida produce una sensación de relajación, por eso se recomienda utilizarla en habitaciones de descanso o en la sala.
Si pones en práctica los siguientes consejos, lograrás tener la iluminación perfecta para que rindas en tu Home Office:
-Luz general. Ya sea que provenga de lámparas colgantes o de pie, la luz no debe ser muy brillante, porque eso no favorece la lectura ni la visibilidad, y no necesariamente debe estar situada en el centro de la habitación; esta luz evitará deslumbramientos o destellos que podrían desconcentrarte.
-Lámparas para escritorio. Como su nombre lo indica, deben ser específicamente para dichos lugares, ya que ofrecen movilidad y buen alcance. Para quien utiliza computadora, lo mejor es que la lámpara ilumine desde atrás de manera indirecta, para evitar problemas de visión.
-Lámparas para repisa. Tener una lámpara en una repisa ayuda a iluminar toda esta zona y ver lo que tienes ahí. Lo recomendable es que sean de pinza y con brazo flexible, para dirigir la luz hacia donde se necesite. Se puede usar también iluminación LED ubicada estratégicamente.
Como se puede ver, la iluminación es relevante; de hecho, no contar con la luz correcta en el área donde se trabaja puede ocasionar fatiga visual, resequedad en los ojos, náuseas, mareos e incluso, problemas lumbares al inclinarte sobre el monitor para una mejor visión. Por eso, al poner en práctica estos consejos, además de ser productivo estarás cuidando de tu salud.