El plan de infraestructura que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, está impulsando por 2.3 billones de dólares, sería el siguiente impulsor de la demanda de espacios industriales en México, lo que beneficiará a los Fideicomisos de Inversión en Bienes Raíces (Fibras).
“De ser aprobado por el Congreso de Estados Unidos creemos que el plan de infraestructura del presidente Biden debe surgir como una nueva fuerza impulsora para los fibras industriales y para la actividad manufacturera de México”, anticipó Pablo Monsivais, analista de Barclays.
Los fideicomisos que rentan parques, naves y bodegas industriales en México, como Fibra Uno, Prologis, Terrafina, Macquarie, Monterrey, se han visto favorecidos por el floreciente mercado de comercio electrónico y logístico en el país, lo cual ha creado una nueva demanda por espacios inmobiliarios.
Así también lo ha sido el llamado "nearshoring" (la práctica a la que han recurrido las empresas para trasladar sus procesos productivos o de negocio a terceros ubicados en lugares lejanos para reducir costos) tras la guerra comercial entre Estados Unidos y China.
El siguiente motor de crecimiento para los fibras industriales es el plan de infraestructura estadounidense el cual contempla inversiones por 300,000 millones de dólares para mejorar la plataforma de fabricación nacional.
Desde el punto de vista del estratega de Barclays estos proyectos y recursos deberían permear también en la industria de México.
Lo anterior particularmente porque tanto la industria mexicana como la estadounidense están profundamente interconectadas, aunado a que el acuerdo comercial del T-MEC proporciona un marco legal sólido para que ambas economías trabajen juntas.