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Cuando heredan hermanos, tíos y sobrinos o extraños, prácticamente se pierden los inmuebles.

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Los fallecimientos por Covid-19, que superan las 50,000, dispararon también el número de viviendas heredadas a niveles récord en Madrid y Cataluña.

Tan solo en Madrid nunca se habían transmitido en un mes tantas viviendas por herencia legales. En octubre alcanzaron 2,078, cifra más alta en 13 años; en tanto que en Cataluña se registraron 3,034 operaciones en octubre.  A nivel España, se contabilizaron 16,285 herencias.

“Hemos notado que se han firmado muchas herencias con motivo de la Covid porque, además, se han juntado con las que no se pudieron formalizar en los dos meses (…) cuando las notarías estaban abiertas”, señala María Teresa Barea, Vocal del Consejo General del Notariado de Andalucía. 

Referente al mercado inmobiliario, las agencias dan cuenta del aumento de viviendas heredadas que llegan para venderse. 

“Hemos desarrollado estrategias de marketing y acciones proactivas para dar servicio a este tipo de cliente porque el proceso, desde los fallecimientos hasta que se prepara la documentación y los herederos toman decisiones, dura meses”, destaca Toni Expósito, director general de Comprarcasa, quien además señala que los encargos de venta de viviendas heredaras han crecido un 20% respecto al año anterior. 

Dolor y limbo legal

Agregó que desde octubre se comercializan estos inmuebles de herencias, que se venden muy rápido porque los herederos aceptar rebajas de hasta 15% para venderse, añade. 

“Hemos notado un aumento de entre el 25% y el 30% en lo que va de año”, dice por su parte Manuel Jiménez, bróker de Remax Ability en Madrid.

Sin embargo, en estas historias hay dolor, desentendimientos y enfrentamientos familiares, por lo que es habitual que a los herederos les apresure vender estos inmuebles o porque temen puedan ser invadidos ilegalmente o porque necesitan liquidez para pagar el impuesto de sucesiones y la plusvalía municipal.

Este impuesto grava la ganancia a los hijos por la adquisición por herencia de un inmueble por el aumento de valor del suelo desde que lo compraron sus padres. Los herederos disponen de seis meses para liquidar el impuesto sobre sucesiones y la plusvalía, si bien se puede solicitar una prórroga por otros seis, dentro del quinto mes desde el fallecimiento.

Pese a que en Madrid los hijos o nietos o padres tienen una bonificación del 99% en el impuesto de sucesiones, no existe en el caso de hermanos o sobrinos, ni es tan benevolente en otros estados de España.

Otros especialistas apuntan a que la venta es casi misión imposible cuando los adquirentes no son herederos forzosos (ascendientes, descendientes y cónyuges), sino hermanos, tíos y sobrinos o extraños.

Aunado a lo anterior, se espera que el volumen de casas heredadas que saldrán al mercado crecerá en los próximos meses. 

/Con información de El País./