Al destacar la importancia económica de la construcción y el desarrollo inmobiliario, por su relación con el bienestar de las familias mexicanas, el Senado de la República destacó que es fundamental prestar atención a su reactivación para que vuelva a alcanzar los niveles previos a la crisis del COVID-19.

“Por la derrama económica que genera, así como los empleos que dependen de su correcto funcionamiento, se puede favorecer un ciclo virtuoso que aporte al crecimiento y a la recuperación económica”, señaló el presidente de la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Senadores, Ricardo Monreal.

Agregó que en ese sentido, según cifras oficiales, en 2019, los ingresos representaron el 16% del Producto Interno Bruto (PIB) del país, y generaron 6.4 millones de empleos directos e indirectos, equivalentes al 11% de la Población Económicamente Activa (PEA) en México, dijo en el marco del Zoomit Inmobiliario 2020 que se realizó en Monterrey, Nuevo León.

Grave caída

Dijo que el sector ha tenido una contracción fuerte en los dos últimos años -que son precisamente los de la Cuarta Transformación (4T)-  durante los cuales el sector en su conjunto cayó drásticamente:

“Se estima que en 2019 se invirtieron 483 mil millones de pesos en (…) la adquisición de tierras, planeación y diseño, construcción y administración de viviendas, oficinas, centros comerciales, desarrollos turísticos y parques industriales. Pero tan solo de 2018 a 2020 la producción de viviendas en México ha caído en un 30%; es una cosa alarmante”, alertó.

Ley Forestal, traba

Entre otros temas, ante inmobiliarios del norte del país, reconoció que los recientes cambios a la Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable de abril de 2020, detienen la construcción: “se modificó (en ella, la) definición de terreno forestal, impactando en los procedimientos de cambio del uso de suelo y en el tiempo que conlleva desarrollar un proyecto inmobiliario (…) que ustedes están padeciendo o sufriendo en el momento de desarrollar”.

Monreal Ávila citó al Coneval, que señala que en México 13.8 millones de personas, equivalentes a 11.15% de la población viven con carencias de calidad y espacio en sus viviendas, o por hacinamiento, mientras que 25 millones (20%) no cuentan con acceso a los servicios básicos como electricidad, drenaje y agua potable.

Finalizó argumentando que tanto en el Fovissste e Infonavit, encargadas de la construcción de viviendas “fueron focos latentes de corrupción. Fue así como unos cuantos grandes consorcios de constructores cooptaron con prácticas ilegales la construcción de viviendas en México, sin importarles si éstas cubrían las necesidades básicas de la población. No fue culpa de los constructores simplemente, sino de políticas que se implementaron con ese propósito”.

El resultado de ello, dijo, fue que millones de viviendas se encuentran actualmente deshabitadas debido a que no cuentan con los servicios básicos o a que fueron construidas en zonas inapropiadas.