Aunado a ello, se espera que en 2018 el sector de vivienda en la entidad tenga un panorama complicado por el incremento de las tasas de interés que frenaría el crédito hipotecario y el impacto por la nueva legislación, lo que se convertiría en un factor negativo.
“Tiene muchas áreas de oportunidad, ya que se necesita incrementar la productividad a través de la verticalidad; sin embargo, esta legislación a como quedó, desincentiva totalmente la verticalidad en el área conurbada de Nuevo León, particularmente en un momento en donde los modelos de negocios lo que tenemos que hacer es que sean favorables para que el público en general pueda adquirir vivienda. Nosotros vemos una limitante para la verticalidad la tramitología que plantea la nueva ley”, argumentó Salazar.
El directivo también vislumbra un impacto por el lado del crédito puente para el desarrollador y hacia el propio adquiriente de una casa habitación, lo que redundaría en un incremento en el costo del financiamiento a partir del segundo bimestre de 2018.
Destacó que aunque la intención del Gobierno Federal era mejorar la regulación en el tema inmobiliario, particularmente en permisos para la construcción, la ley aprobada lejos de apoyarla, la inhibe y burocratiza, según una nota dada a conocer por El Financiero.
Finalmente destacó que el Clúster de Vivienda confía en que el Congreso local rectifique, ya que el propio presidente de la Comisión de Desarrollo Urbano se comprometió a revisarla sobre todo en el apartado de los trámites.