Durante agosto de 2025, el valor de la producción de las empresas constructoras del país descendió 2.9% mensual en términos reales, con lo que acumuló dos meses consecutivos a la baja y la contracción más profunda desde enero, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Por sector contratante, las cifras muestran un contraste marcado: la producción derivada de obras del sector público se desplomó 41.5% anual, con 16 meses de caídas consecutivas, afectada por la reducción del gasto gubernamental en infraestructura, que en el mismo periodo cayó 33.7 por ciento. En tanto, el valor de las obras del sector privado descendió 4.8% anual, su mayor baja desde marzo de 2023, reflejo de la incertidumbre económica interna y de la política comercial de Estados Unidos.
Mientras que, por tipo de obra, casi todos los segmentos presentaron retrocesos mensuales. Las mayores caídas se observaron en petróleo y petroquímica (-24.8%), agua, riego y saneamiento (-5.4%) y transporte y urbanización (-4.9%). El único rubro con avance fue electricidad y telecomunicaciones, con un alza de 1.3 por ciento. A tasa anual, los descensos más severos correspondieron a petróleo y petroquímica (-71.8%) y agua, riego y saneamiento (-50.3%), mientras que electricidad y telecomunicaciones creció 13.0 por ciento.
Y en cuanto al mercado laboral del sector, el personal ocupado total cayó 0.7% en agosto y acumuló 15 meses de bajas consecutivas, mientras que las horas trabajadas retrocedieron 1.1% mensual y 13.5% anual. Las remuneraciones medias reales también disminuyeron 1.1% mensual y anual, con lo que sumaron diez caídas en los últimos once meses.
Banco Base advirtió que la debilidad estructural de la construcción está vinculada a la menor inversión pública y privada, así como a factores de incertidumbre interna y externa que continúan frenando la recuperación del sector, uno de los principales generadores de empleo y dinamismo económico en México.
La prolongada contracción del sector constructor evidencia una menor inversión productiva y una pérdida de dinamismo que afecta a toda la economía. La combinación de recorte en la obra pública, incertidumbre empresarial y lentitud en la recuperación del mercado interno, mantiene a la construcción como uno de los sectores más rezagados y con menor contribución al crecimiento económico nacional.