La industria de la construcción es una de las más dinámicas, pero también una de las más peligrosas en México. Tan solo en 2024, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) reportó más de 22 mil accidentes laborales en este sector, lo que equivale a más de 60 incidentes diarios. Además de poner en riesgo la vida de los trabajadores, estos accidentes generan retrasos, multas, clausuras e incluso la pérdida de reputación de las empresas.
Estos errores suelen derivarse de la falta de capacitación, la rotación constante del personal y una débil cultura de seguridad, indicó la empresa. Para contrarrestarlos, es fundamental contar con documentación clara que respalde las medidas de prevención. Cuatro documentos esenciales son: El manual general de seguridad, el reglamento personalizado para cada proyecto, el instructivo de Protección Civil y un catálogo de sanciones que aclare las consecuencias ante el incumplimiento.
Además, se deben implementar acciones diarias como:
- Control de acceso solo a personal registrado y con EPP completo.
- Supervisión constante en obra por parte de especialistas en seguridad.
- Charlas de capacitación frecuentes, adaptadas al personal nuevo.
- Gestión documentada de incidencias, con reportes y medidas correctivas.
- Evaluaciones periódicas a contratistas, para asegurar cumplimiento.