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En los últimos años, el porcelanato ha ganado popularidad en el sector de la construcción y el diseño de interiores en México. Este material, reconocido por su alta resistencia, durabilidad y versatilidad estética, se ha posicionado como una opción atractiva tanto para proyectos comerciales como residenciales.

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A diferencia de los cerámicos tradicionales, el porcelanato ofrece mayores prestaciones técnicas, como menor absorción de agua y mayor resistencia al desgaste, lo que lo convierte en una opción ideal para espacios de alto tránsito como hoteles, restaurantes y centros comerciales.

 

Históricamente, el mercado mexicano dependía de la importación de porcelanatos de países como Brasil e India, lo que incrementaba significativamente su costo, comentó Alan Sánchez, vocero de la compañía Time Ceramics, con Real Estate Market & Lifestyle.

 

Sin embargo, agregó que, en los últimos años, la industria nacional ha dado pasos importantes para fortalecer su producción local, logrando ofrecer productos de alta calidad a precios más competitivos.

Impacto y adecuación al mercado

Uno de los actores clave en esta transformación es Time Ceramics, empresa que se ha consolidado como la primera en México en fabricar porcelanato con materia prima y mano de obra 100% nacional. Con su planta ubicada en Emiliano Zapata, Hidalgo, la compañía ha apostado por una producción que no solo satisface la demanda local, sino que también permite exportar a mercados como Estados Unidos y América Latina.

 

La tendencia actual del mercado apunta a los porcelanatos de gran formato y acabados pulidos, que combinan estética y funcionalidad, por lo que la compañía ha buscado diferenciarse mediante innovación en sus diseños y formatos.

 

Un tema importante del consumidor local, es que cada región tiene sus características climáticas y preferencias, por lo que realizan estudios de mercado para adaptar su oferta a las preferencias de los consumidores en distintas regiones del país.

Alan Sánchez hace referencia a que, por ejemplo, en el sur, los tonos claros y brillantes predominan en los hogares y hoteles, mientras que en el centro del país los acabados en piedra oscura tienen mayor demanda.

Otra característica del mercado y que ha representado un reto fue el precio del porcelanato en comparación con el cerámico tradicional. Sin embargo, gracias a una producción eficiente y al uso de materia prima nacional, ha logrado ofrecer precios accesibles sin comprometer la calidad.

“Nos interesa trabajar de la mano de nuestros clientes a largo plazo, ofreciéndoles productos que se adapten a sus necesidades sin perder de vista la innovación en diseño y tecnología”, destacó el vocero de la empresa.

Compromiso con el desarrollo nacional

Más allá de su impacto en la industria de la construcción y el diseño, la empresa ha asumido un papel clave en el desarrollo económico del país al alinearse con el Plan México, iniciativa gubernamental que busca sustituir importaciones y fomentar la inversión en sectores estratégicos.

 

Con más de 800 empleados y una inversión que supera los mil 200 millones de pesos, la empresa prevé expandir su capacidad productiva y generar más empleos en los próximos años.

 

La reducción de costos y tiempos de entrega con su planta en México ha sido importante. Antes, la importación de porcelanatos implicaba largos periodos de espera y costos elevados para los consumidores finales. Hoy, con la producción local, se han eliminado estas barreras, beneficiando tanto a distribuidores como a constructores y consumidores individuales.

Su compromiso con la inversión en infraestructura y tecnología le permitirá seguir fortaleciendo su posición como líder en la industria del porcelanato en México.

Perspectivas para el futuro

El crecimiento del sector del porcelanato en el país representa una oportunidad clave para la consolidación de la industria local, impulsando la generación de empleos y la reducción de la dependencia de importaciones.