Cemex, el productor de cemento a nivel global con sede en Monterrey, Nuevo León, anunció una inversión de 6 mil millones de dólares para fortalecer su infraestructura en Estados Unidos, destinando los recursos a la compra y mantenimiento de plantas de cemento, concreto y agregados.
El anuncio se da a conocer en el contexto de la toma de posesión presidencial de Donald Trump.
Con más del 30% de sus ingresos operativos provenientes de ese mercado, la cementera parece dispuesta a navegar las aguas turbulentas de la política estadunidense, alineándose con las políticas de Trump que promueven el fortalecimiento de la inversión interna y la revitalización del comercio bilateral, destaca un análisis de SiiLA.
La cementera busca consolidar su rol en un mercado donde ya tiene un peso estratégico, especialmente en el sector de los agregados —los materiales esenciales como grava y arena que se usan en la construcción de infraestructura— que se han convertido en su principal fuente de ingresos en Estados Unidos.
Genera este último segmento casi el 36% del EBITDA de la empresa en ese país. A esta apuesta se suman los negocios de cemento y concreto premezclado, que completan el trío de sectores clave para la cementera.
La compañía ha fortalecido su presencia mediante asociaciones estratégicas, como la reciente colaboración con Couch Aggregates, con la que amplía su acceso a materiales en territorio estadunidense.
La infraestructura de Cemex en Estados Unidos es considerable. Actualmente, cuenta con 10 plantas de cemento, cerca de 50 canteras de agregados y más de 280 plantas de concreto premezclado en ese país, lo que representa alrededor del 16% de su capacidad global de cemento y el 21% de sus instalaciones de concreto.
En comparación, en México, la empresa posee un portafolio mayor, con 15 plantas de cemento, 13 canteras de agregados y 661 plantas de concreto, equivalente al 23% y 49% de su infraestructura global en estos segmentos.
Coincide este fortalecimiento de la infraestructura productiva de Cemex con el auge de la construcción en Estados Unidos impulsado por proyectos de infraestructura y desarrollo urbano.
A esto se suman las tasas de interés en niveles elevados, que podrían desacelerar la construcción en Estados Unidos y afectar la demanda de cemento y concreto.
“Con un mercado estadunidense que podría beneficiarse de un renovado impulso en infraestructura y una industria mexicana que se prepara para aprovechar el nearshoring, Cemex juega a dos bandas. Su apuesta refuerza su presencia en el norte, pero también la expone a un entorno volátil”, se lee en el reporte.