El sector de la construcción experimentó un notable ciclo de crecimiento impulsado principalmente por obras de ingeniería civil asociadas a proyectos emblemáticos como el Tren Maya, la Refinería Dos Bocas, el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles y el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec. Este impulso permitió que en 2023 la construcción creciera a un ritmo anual de 15.6%, marcando un desempeño extraordinario en comparación con años anteriores.
De acuerdo con el análisis de la división de Estudios Económicos de Banamex, la construcción ya enfrenta un evidente estancamiento. En particular, las obras de ingeniería civil, que habían sido el motor del crecimiento, muestran una tendencia decreciente, lo que se ha intensificado en los últimos meses. Esta desaceleración puede atribuirse a varios factores clave:
- Cierre de proyectos emblemáticos:Las principales obras de infraestructura de la administración federal están prácticamente terminadas, dejando un vacío en la demanda de nuevos desarrollos de gran escala.
- Recortes al presupuesto de inversión pública:El Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF) para 2024 redujo significativamente los recursos destinados a nuevos proyectos, lo que limitará el dinamismo del sector en el mediano plazo.
- Incertidumbre económica y política:Factores como la elevada incertidumbre en torno a las políticas locales y las condiciones económicas en Estados Unidos, principal socio comercial de México, agravan la situación.
- Falta de participación privada:Aunque las obras públicas han liderado el crecimiento reciente, la inversión privada en el sector ha permanecido débil.
En este contexto, 2025 se perfila como un año de importantes desafíos para la industria de la construcción en México, pero también como una oportunidad para redefinir las estrategias de inversión e incentivar una recuperación sostenible y equilibrada del sector.