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La inversión en infraestructura por los proyectos estratégicos del gobierno federal ha sido la principal fuente de impulso de la inversión en construcción, de acuerdo con datos de la ENEC.

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De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la inversión en construcción repuntó 13.2% en mayo (cifras originales) en comparación con el mismo mes del año pasado.

 

En términos mensuales avanzó 7.6% en mayor respecto a abril, con un impulso encabezado por la inversión no residencial.

 

Analistas de Monex expresaron sobre la construcción que “nos sigue llamando la atención el impulso del segmento no residencial (+9.71% mensual). Conforme a los datos de la ENEC es posible observar que gran parte del efecto se debe a los mayores flujos destinados a la construcción de obras ferroviarias en los estados de Quintana Roo y Campeche, aunque también sobresale una fuerte tendencia al alza en la inversión en obras de infraestructura eléctrica en el Estado de México, Querétaro y Nuevo León”.

 

De enero a mayo la inversión en construcción creció 4.5% en términos anuales, impulsada fundamentalmente por la inversión en construcción no residencial que crece 10.8% respecto al mismo periodo del año pasado, mientras que la inversión en construcción residencial presenta una contracción de -2.4% a tasa anual.

 

Este desempeño demuestra lo limitado del desempeño de la inversión privada en el sector construcción, con una tasa de crecimiento negativa de la inversión residencial.

 

Al respecto, analistas de Banorte destacan dos factores detrás del avance:

  1. Mayor gasto gubernamental destinado a obras de infraestructura
  2. El impulso de mayor demanda de espacios industriales

 

Destacaron que en mayo, el principal beneficiario ha sido el sector no residencial con un avance mensual de 9.7%. Mientras tanto, el residencial repuntó 6.8%, “aunque no suficiente para compensar la caída de 7.7% del mes previo, sugiriendo que algunos problemas permanecen en el sector”.

Agregaron que “en el frente doméstico, otro elemento clave es el gasto gubernamental en obras de infraestructura –que incluyen desde mejoras y ampliaciones de puertos marítimos, hasta los esfuerzos por concluir en tiempo y forma el Tren Maya– que da pie a una derrama económica importante”.