La Cámara Nacional de Aerotransportes (Canaero) señaló que la mayoría de los países prohíben el cabotaje al ser una estrategia indicada para naciones cuya ubicación geográfica les impiden una buena conectividad aérea, una particularidad que no presenta México.
Así lo manifestó la cámara ante la posibilidad de que se aprueben en los siguientes días los cambios legales que permitan el cabotaje para aerolíneas extranjeras en México, pues se discutirá el tema en la Cámara de Diputados, tras la iniciativa presentada por el Poder Ejecutivo en diciembre pasado.
Ésta es para modificar la Ley de Aviación Civil y la Ley de Aeropuertos como parte de las acciones para que México vuelva a Categoría 1 ante la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA, por sus siglas en inglés).
Los países que permitieron el cabotaje, perdieron a sus aerolíneas y empleos, generando una crisis de conectividad y competitividad de dimensiones “desastrosas”. Y las regiones con presencia de cabotaje en Europa y Australia/Nueva Zelanda, hicieron acuerdos multilaterales con un proceso consensuado y muy estudiado.
La industria aérea del país reiteró su rechazo por los efectos negativos que tendrá el cabotaje como el aumento de precios de avión, el quiebre de empresas, el desconecte de ciudades, la generación de desempleo y afectación a la recaudación de impuestos.
Que aerolíneas extranjeras realicen vuelos domésticos en el país provocaría la nueva crisis del sector aéreo ya de por sí vulnerable por múltiples factores: el precio de la turbosina, la falta de una política de Estado, la pérdida de categoría 1, la falta de regulación inteligente, altos impuestos y cargos, entre otros factores.
En un comunicado, la Canaero refirió que en este momento hay competencia suficiente, que se ofrece la conectividad requerida y que para mejorar los precios de los boletos se requiere bajar los impuestos y tarifas aeroportuarias.
Casi el 80% de los pasajeros que se movieron en México en 2022 se concentraron en el aeropuerto de AICM, Cancún, Guadalajara, Los Cabos, Monterrey, Puerto Vallarta y Tijuana. Si se permite a empresas extranjeras operar vuelos domésticos, necesitarían atender las rutas más rentables, bajando precios y después subiéndolos.
En tanto, la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) y las empresas cargueras, afinan la estrategia para el traslado de carga al nuevo Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), “a fin de tener un eficiente proceso migratorio”.
A la fecha, ya hay un cronograma de actividades con avances, a fin de llegar al 7 de julio del presente año, meta que se ha fijado para el cierre de las operaciones en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) de la carga dedicada.
De acuerdo con estimaciones de la SICT, la capacidad de carga del AICM es de medio millón de toneladas al año, mientras el AIFA cuenta en la actualidad con una cabida de un millón de toneladas anuales y podrá crecer hasta dos millones de toneladas de carga.