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Luego de un ciclo de varios años muy complicados, que se agudizaron por la pandemia, el arranque de 2022 es esperanzador para la industria de la construcción.

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El valor de la producción generado por las empresas constructoras creció 3.7% en enero respecto a diciembre de 2021, considerando cifras ajustadas por estacionalidad, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Empresas Constructoras (ENEC) que publicó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

 

La cifra es esperanzadora porque en cifras originales se registró un crecimiento de 10.8% en comparación con el mes inicial del año pasado. Sin embargo, una golondrina no hace verano. 

 

Las cifras del INEGI indican que la construcción de obras de ingeniería civil encabezó el repunte con una variación de 15.5% a tasa anual, en tato la edificación creció 7.3% y los trabajos especializados 8.2% a tasa anual.

 

 

Sin embargo, considerando las cifras desetacionalizadas, la gráfica muestra un fuerte rezago del valor de la producción de las empresas del sector respecto a los niveles previos a la pandemia, pero sobre todo respecto a los años 2017 y 2018. Al mes de enero, el INEGI reportó que el valor de la producción de las empresas el sector se ubicó en 24 mil 447.5 millones de pesos, a diferencia de los 26 mil 171.9 millones de pesos de marzo de 2020, lo que significa que -6.6% por debajo del nivel previo al inicio de la pandemia.

 

 

El desempeño positivo de enero no se puede considerar un cambio de tendencia, debemos ver más meses consecutivos de recuperación constante; sin embargo, es una cifra alentadora.

El sector sigue a la expectativa de un mejor desempeño de la edificación, que depende fundamentalmente de inversión privada, así como de nuevas obras de infraestructura, que vayan más alá de las obras insignia del gobierno federal.