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El proceso de restauración incluye la primera aplicación de una capa de protección y conservación del rodapié exterior contra agentes externos.

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La fachada del Palacio Postal, ubicado en el corazón de la Ciudad de México, está en un proceso de restauración, que incluye la primera aplicación de una capa de protección y conservación del rodapié exterior contra agentes externos.

El Programa de atención para las afectaciones y daños inició en el 2021, dada la condición y ubicación del inmueble en la zona de monumentos históricos, mencionó la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), a través de Correos de México-Sepomex.

La técnica utilizada para la protección de la cantera de las fachadas exteriores se denomina ‘Engobe de Sacrificio’, y permite protegerla de agentes externos; es elaborado con diferentes materiales como aglutinantes de origen natural, pigmentos naturales y pinturas a la cal.

Estos materiales no afectan la piedra y permiten su restauración óptima para futuros acontecimientos, “siendo esta la solución menos dañina y más viable. El engobe es una suspensión de arcilla de consistencia líquida fina, la cual pigmenta los materiales como la cantera del exterior del Palacio Postal”.

El edificio, también llamado Quinta Casa de Correos y ubicada sobre el Eje Central Lázaro Cárdenas y la calle Tacuba desde el siglo XX, presentaba pintas y grafitis; le repusieron molduras faltantes de herrajes en puerta, realizaron limpieza físico-química en sillares de piedra y piso delantero de la puerta principal.

“Como parte de la revisión del procedimiento, las instituciones involucradas solicitaron la suspensión de las actividades, para realizar pruebas cromáticas, la revisión y validación de las mismas, así como su aplicación correcta para evitar un alto contraste con el color original de la cantera del monumento”.

El Palacio Postal fue declarado Monumento Artístico de la nación el 4 de mayo de 1987 debido a su estilo ecléctico, que mezcla elementos del art nouveau, góticos, plateresco español y veneciano. Su diseño estuvo a cargo del italiano Adamo Boari, el mismo arquitecto que construyó Bellas Artes.