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En tanto que en abril y mayo, cuando se decretó la emergencia sanitaria derivada del COVID-19, la producción retrocedió en promedio 3% a tasa anual como efecto de la crisis.

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En el segundo trimestre de 2020, el Producto Interno Bruto (PIB) de la industria de la construcción en México se desplomó 30%, la mayor caída que presenta el sector desde 1995. En tanto que en abril y mayo, cuando se decretó la emergencia sanitaria derivada del COVID-19, la producción retrocedió en promedio 3% a tasa anual como efecto de la crisis.

Para Ricardo Trejo Nava, director general de con la consultora Forecastim, si bien el regreso paulatino a ‘la nueva normalidad’ permitió la reactivación de la industria en junio, esta continuó contrayéndose en relación con igual periodo del 2019.

En este sentido, el incremento del personal ocupado de 7.2% en junio, respecto al mes previo, contrastó con la reducción de 0.4% en el total de trabajadores registrados en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y con la caída en todas las actividades, con excepción de la industria eléctrica y suministro de agua; que aumentó 0.1 por ciento.

“Esto es un reflejo de que los proyectos que pararon en abril y mayo volvieron a sus actividades el mes pasado, recontratando a los trabajadores que fueron despedidos”, explicó el especialista a El Financiero.

Agregó que, como las empresas constructoras están previendo una caída muy fuerte en su estructura financiera y en la economía, provocó que las contrataciones de manera eventual fueran mayores, pues al tener pocos proyectos constantes impactaron en los empleos permanentes.