Tres mil Pequeñas y medianas empresas (Pymes), constructoras dejarán de operar definitivamente, pues no podrán sostener a sus plantillas laborales tras la suspensión de operaciones, de dos meses, por el COVID-19; indicó la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC). Eduardo Ramírez Leal, presidente del organismo, dijo que a raíz de que el gobierno federal los desplazó en las obras de infraestructura, como el aeropuerto de Santa Lucía y el Tren Maya, con licitaciones ‘amañadas’, la industria enfrenta una posición difícil.
“Tenemos 3 mil empresas, principalmente pequeñas y medianas, ya con problemas de liquidez. Simplemente ya no pueden funcionar, dejaron de tener ingreso ya hace unas semanas; y seguramente, muchos ya no pueden sostener sus plantillas de trabajadores”, sostuvo el presidente en una videoconferencia de la Confederación de Cámaras de Industriales (Concamin).
Ramírez leal destacó que la industria de la construcción tiene una gran capacidad para reactivar la economía, y con efecto multiplicador con aportación al Producto Interno Bruto del empleo y el impacto en las cadenas productivas. “El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) tiene listadas 262 ramas producidas, de la cuales, la industria de la construcción tiene un impacto en 185 de ellas”.
/Con información de El Economista./