En México, por ejemplo, se inauguró hace unas semanas la primera carretera de este tipo en el mundo.
La empresa química Dow, de la mano de VISE, Surfax, Lasfalto y Omnigreen, y con el apoyo de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, trabajaron en el tramo vial Irapuato-La Piedad, en Cuerámaro, Guanajuato. La vía consta de 2 kilómetros en los que se utilizaron casi una tonelada de plástico postconsumo, equivalente a 250 mil empaques flexibles.
También se utilizó el producto Elvaloy, de Dow; lo que permite una mejor resistencia al ahuellamiento, a la deformación, a la fractura y una mayor vida útil que utilizando asfalto convencional. Este proceso permite que el ‘nuevo el asfalto’ se pueda utilizar en cualquier tipo de carretera, alargando hasta 50% la vida útil de cualquier camino.
Otro beneficio es para el medio ambiente; de acuerdo con la Universidad Nacional Autónoma de México, en el país se producen 300 millones de toneladas de plástico al año, de las cuales sólo se recicla un 3%. Con este proceso, se evitaría que más desperdicios lleguen a los océanos o estén a la intemperie.
Como se está haciendo en Giethoorn, Holanda, y en Zwolle, en los Países Bajos; en donde se construyeron ciclovías de 30 metros de largo con plástico reciclado y se incluyeron botellas, envases, 218 mil vasos y 500 mil tapones de plástico. Esto, consta de un sistema de paneles modulares que se acoplan entre sí y forman una superficie al mismo estilo del concreto.