Para alcanzar un nivel de eficiencia aceptable, la operación del Aeropuerto Internacional de Santa Lucía (AISL) requerirá de un rediseño significativo del espacio aéreo que utilice el sistema de Navegación Basado en Performance (PBN); éste permite que los aviones tomen rutas más precisas y cortas, indicaron especialistas. 

Y con este rediseño, también se presentarán limitaciones, indicó la consultora filial del fabricante de aviones Airbus, en el Análisis de brecha del tráfico aéreo y el espacio aéreo de la Ciudad de México.

Por su parte, Grupo Aeropuertos de París (ADP Ingenierie) advirtió que en el AISL no podrán realizarse operaciones simultáneas en las pistas 1 y 3, además de que el peso de las aeronaves se verá restringido; pues con una pista de 4 mil 300 metros de longitud se limitará la carga útil de todas las aeronaves.

Y en algunos casos, las aeronaves despegarán con al menos ocho toneladas de peso menos que en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. Al respecto, la Secretaría de la Defensa Nacional aseguró que la operación simultánea de las pistas 1 y 2 sí será posible, mientras que la 3 estará construida hasta 2052.

“El Aeropuerto Internacional General Felipe Ángeles fue diseñado para cumplir con la máxima eficiencia en su operación siendo falso que no se podrán realizar operaciones simultáneas”, señaló la dependencia en una tarjeta informativa.

A este panorama, ADP Ingenierie añadió que no se alcanzará el pronóstico del gobierno mexicano de iniciar con 19 millones de pasajeros anuales la operación del aeropuerto, sino hasta el 2032, una década después del arranque de funciones, propuesto para el 2022; en su mayor punto, el AISL movilizará a más de 84 millones de pasajeros para 2052.