Ante las diferentes modificaciones que ha sufrido el trazo de ruta del Tren Maya, la directora general del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), María Amparo Martínez Arroyo, explicó que el verdadero impacto ecológico del proyecto no será en sí la vía, sino el desarrollo de las estaciones.
Por lo tanto, consideró importante el cuidar el tipo de actividades que se van a detonar en torno a las paradas, ya que el efecto importante estará en función de cuánto y cómo crezcan las estaciones y los sitios circundantes.
Anteriormente, Pablo Careaga Córdova, enlace territorial del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) en Quintana Roo para el Tren Maya, dijo que el modelo de integración que se pretende detonar propone modelos de desarrollo en cuanto a temas de tenencia de tierra, así como igualdad de oportunidades para ejidatarios y pobladores.
Al respecto, Martínez Arroyo insistió en que lo que debe de revisarse es que, a futuro, pueda garantizarse que la población local sea la que se lleve la mayor ventaja dentro del negocio que se propone con el Tren Maya.
Por otro lado, representantes del Fonatur confirmaron que, entre los principales objetivos del proyecto férreo, está el reordenar el crecimiento urbano por las que cruzará para explotar inversiones inmobiliarias.