La certificación de los llamados edificios verdes en la capital del país presenta un enorme reto. Pese a que desde 2013 se ha presentado un incremento de estos inmuebles —al duplicarse el inventario en los 10 corredores de oficinas, principalmente en las zonas de Polanco, Reforma e Insurgentes— cerca de cinco millones de metros cuadrados de edificios todavía no son sustentables.
De acuerdo con un estudio de la empresa de consultoría Colliers Internacional, el sector inmobiliario consume alrededor del 40% de la energía mundial y contribuye con hasta 30% de las emisiones anuales de gases de efecto invernadero, lo que “debería ser suficiente para certificar los edificios sustentablemente”.
“La tasa de disponibilidad de inmuebles certificados ha bajado drásticamente en los últimos años, al pasar de 27% a 13%. Existen incluso corredores que muestran una ocupación total de inmuebles certificados”, afirma.
Según el análisis, las propiedades verdes pueden reducir los gastos operativos, apoyar a lograr rentas superiores en el mercado, reducir periodos vacantes, bajar riesgos de morosidad y subsanar el pago de hipotecas gracias a los ahorros energéticos.