“Lamentamos el cambio de rumbo. Los proyectos de infraestructura deben generar confianza y certidumbre para que la inversión no pueda tener menoscabo hacia el futuro; evidentemente hay una aplicación contra la confianza en una decisión que cambia tan profundamente como la del día de hoy”, destacó Castañón.
“El tema es el empleo, la cancelación del aeropuerto significan 46,000 empleos directos e indirectos que en este momento están en la construcción; empleos que tendremos que reponer. El mensaje no es un mensaje ni de certeza ni de confianza; según nuestros estudios, los costos de la cancelación real serían de entre 100 a 120.000 millones de pesos”, aclaró.
Señaló que en una reunión que tuvieron con Andrés Manuel López Obrador, éste dijo “que si las obras no tenían recursos públicos, ellos apoyarían la continuidad del proyecto en Texcoco, así como los costos y revisándose la transparencia (sic). Nosotros fuimos convocados a dar nuestro punto de vista, generamos estudios, valoramos con la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción y junto con el Colegio de Ingenieros, con la Canaero, y seguimos pensando que Texcoco es la opción que más sustentabilidad no da de largo plazo”.
Destacó que los proyectos de infraestructura deben generar confianza y certidumbre para que la inversión no pueda tener menoscabo hacia el futuro, pero “evidentemente hay una aplicación contra la confianza en una decisión que cambia tan profundamente como la del día de hoy”.
Dijo que se han acordado unas mesas de diálogo con el equipo de transición y que hasta el momento, hay un compromiso del Presidente Electo de reunirse cada tres meses con el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), por lo que “esperamos tener pronto la segunda reunión”.
Ruptura de proyectos, grave
“Nos hace falta conocer como IP las características de la cancelación, contratos, pagos y los montos que se deben determinar. No solo (se trata de) los contratos directos sobre el aeropuerto, es la política pública que México, como Estado, está mandando al mundo, que los proyectos de largo plazo pueden interrumpirse a la mitad del camino, y eso nos parece grave y tiene que ser señalado. No podemos darnos el lujo de una ruptura como mexicanos”.
Castañón destacó que la Barra de abogados, el Colegio de Abogados y la Asociación de Abogados están haciendo un análisis sobre las implicaciones legales, “no solamente para las empresas que están involucradas, sino también las implicaciones sobre los acuerdos comerciales internacionales pudiéramos tener. Nos interesa que este análisis sea profundo”.
Destacó que el financiamiento del Aeropuerto de Texcoco puede ser de manera privada y con mayor participación por parte de las Fibras, además que no son necesarios recursos públicos para terminar la obra de Texcoco.
Por su parte, Alejandro Ramírez Magaña, presidente del Consejo Mexicano de Negocios dijo que “La consulta careció de representatividad, rigor metodológico y de imparcialidad. Nos parece lamentable que se use para la cancelación del proyecto más importante del país”.
Por su parte, Federico Patiño, Director General del Grupo Aeroportuario de la CDMX, informó que hasta el momento se han invertido 60,000 mil millones de pesos y que se tienen comprometidos para el mismo 170,000 mdp a través de diversos procesos licitatorios, además, que se va a continuar la obra hasta el 30 de noviembre “Vamos a cumplir con nuestras obligaciones”.
Por su parte, la American Chamber Mexico, a través de un comunicado fijó su posición: la decisión “Vulnera la certeza jurídica de las inversiones, nacionales y extranjeras, el uso de mecanismos de consulta no regulados como fundamento para decisiones de Estado… Preocupa a la inversión contenida en AMCHAM, la afectación al estado de Derecho y la falta de legalidad en que incurren el proceso de consulta ciudadana y la decisión de cancelar el NAICM en Texcoco”.