Lo más relevante del reporte trimestral es que el sector logró revertir tres trimestres consecutivos con un crecimiento negativo, por lo que logró interrumpir el proceso recesivo que traía.
La edificación creció a tasa anual de 3% en el primer trimestre y fue de nueva cuenta la base fundamental del crecimiento de todo el sector; los trabajos especializados de la construcción avanzaron 5.6% anual, pero tiene un menor participación; en tanto la construcción de obras de ingeniería civil retrocedió -7.6% en todo el primer trimestre de 2018 para continuar siendo el principal lastre del sector.
El organismo reportó que en marzo, en particular, el sector construcción retrocedió a una tasa anual de -3.9% respecto a marzo del año pasado. El menor número de días laborales de marzo por la Semana santa fue muy importante para este resultado, que se prevé se revertirá en abril.
Analistas de Banorte esperan “que el mayor dinamismo observado durante los primeros tres meses del año continúe derivado del mayor gasto gubernamental de las entidades federativas y municipios que detonará el proceso electoral de este año, el cual se verá reflejado también en un crecimiento de los proyectos de infraestructura. Por el contrario, es probable que la incertidumbre respecto al panorama político genere una fuerte desaceleración en los flujos de inversión privada destinada a la construcción”.