Se trata del cuarto reporte mensual negativo de los primeros siete meses del año reportados, por lo cual en el acumulado enero-julio se registra una tasa de crecimiento negativa de -0.6% en comparación con el mismo periodo de 2016.
Luego de que durante el segundo trimestre del año en curso el sector presentó una tasa de crecimiento negativa de -1.63% y el primer mes del tercer trimestre inició con una contracción, crece la posibilidad de que todo el sector entre en recesión y no solo la construcción de obras de ingeniería civil.
La pérdida de fuerza en la edificación ha sido determinante para ver este desempeño negativo del sector. Es relevante observar que por primera vez en varios años la edificación tiene un desempeño más adverso que la obra civil.
Las expectativas para lo que resta del año no son muy optimistas, en opinión de los analistas de Invex, “la construcción se verá lastrada por el encarecimiento de los materiales y una menor inversión pública y privada”.
En Banorte prevén que “es probable que la industria de la construcción se vea limitada por la caída que ha presentado la inversión en proyectos públicos derivado del esfuerzo de consolidación fiscal que ha llevado a cabo el Gobierno Federal durante el presente año. Asimismo, consideramos que la incertidumbre respecto al dinamismo de la economía mexicana generará una fuerte desaceleración en los flujos de inversión privada destinada a la construcción”.