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El fenómeno del nearshoring en México se ha vuelto más evidente a través del crecimiento en las exportaciones hacia Estados Unidos, a pesar de que la nueva inversión extranjera directa (IED) no ha mostrado un comportamiento positivo.

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De acuerdo con un análisis de Intercam, la mejor forma de medir el impacto del nearshoring no es únicamente a través de la IED, sino observando la participación de México en las importaciones estadunidenses.

 

Entre enero y julio de 2024, las importaciones de Estados Unidos provenientes de México representaron el 15.7%, superando a China y Canadá. Esta cifra refleja un incremento respecto al promedio de 13.2% registrado entre 2014 y 2018, lo que demuestra el creciente papel de México como socio comercial clave.

 

Indicaron que el aumento de 2.5 puntos porcentuales en la participación comercial confirma la tendencia de relocalización de cadenas productivas hacia México.

A pesar de que el 97% de la IED en el primer semestre de 2024 corresponde a reinversión de utilidades y no a nuevas inversiones, el crecimiento en las exportaciones hacia Estados Unidos resalta la relevancia del nearshoring como estrategia. Aunque aún existen retos por enfrentar, el aumento en el comercio bilateral entre México y su principal socio comercial es un indicador clave del éxito de este fenómeno.

 

Los analistas de Intercam afirman que: “Posiblemente la mejor manera de mostrar la conveniencia de México frente a la relocalización de cadenas productivas, acabe siendo la evaluación de las importaciones de Estados Unidos y como se han modificado para cada uno de los socios comerciales que tiene, pues es un mercado altamente competido”.

 

Por el lado de las exportaciones a Estados Unidos hay un innegable avance del nearshoring, aunque por supuesto hay retos que atender.