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La economía muestra un escenario menos alentador para la segunda parte de 2024, con diversas señales de debilitamiento.

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Medida a tasa anual, la economía de México se estancó en junio, luego de haber rebotado en mayo, principalmente debilitada por los servicios y el sector primario.

Analistas de Monex afirmaron que los datos del Índice Global de Actividad Económica (IGAE de junio) “muestran un escenario menos alentador para la economía mexicana, retrocediendo del moderado desempeño del mes previo”.

 

Por su parte, Banco Base señaló en un análisis que los números del “Índice Global de Actividad Económica (IGAE) muestran evidencia de una desaceleración económica, pues si bien el crecimiento anual promedio en la primera mitad del 2024 es de 1.69%, al dividirlo en trimestres se observa un crecimiento anual promedio de 2.24% en el primer trimestre, pero uno de 1.15% en el segundo”.

 

El resultado de los primeros seis meses del año ha sido el peor resultado desde el mismo periodo de 2020, lo que muestra la debilidad de la economía en 2024.

Dada la tendencia, en Monex señalaron que aunado al cierre de sexenio, “podrían continuar las fluctuaciones con menor dinamismo al interior de la construcción y en las manufacturas. Hacia adelante, nos mantendremos atentos a los siguientes aspectos:”

1) La estabilización de la inflación para el impulso de las actividades del sector terciario.

2) El impacto del reciente recorte a la tasa de referencia, decisión que estuvo apoyada por el menor dinamismo en la economía y en el descenso de la inflación subyacente.

3) De acuerdo con las últimas minutas de Banxico, se podrían realizar recortes adicionales en el año en curso. Respecto a nuestra estimación de crecimiento del PIB para todo el 2024 se mantiene en 1.60 por ciento.

 

 

Expectativa

 

En BX+ anticipan que la actividad no se acelere significativamente en el 2S, en la medida en la que el consumo privado y la inversión fija mantengan un dinamismo moderado, aunado a la atonía en el motor externo.

 

“No encontramos catalizadores que permitan que el dinamismo se acelere significativamente. El consumo privado todavía encontrará apoyo en la solidez del empleo y el alza en salarios. No obstante, prevemos una moderación en el gasto -especialmente en rubros discrecionales- si la generación de empleo muestra menor fuerza, y la inflación y las tasas de interés permanecen relativamente elevadas”.

 

Observan que “la inversión fija bruta continuaría desacelerándose en la medida en la que se diluye el impulso asociado a las obras insignia del gobierno saliente. Además, un entorno de desaceleración económica, altos costos financieros e incertidumbre –tras las elecciones en México y de cara a los comicios en los EE.UU.– puede afectar a la inversión privada”.

 

De forma gradual y en los próximos años, el reagrupamiento industrial apoyará en cierta medida el dinamismo en la inversión fija, si bien su efecto puede ser menor a lo previsto en caso de que se concreten cambios en el marco institucional que erosionen la certidumbre jurídica en el país.

Finalmente, “la exportación continuaría exhibiendo atonía, de acuerdo con indicadores oportunos de la actividad industrial en los EE.UU. Concretamente, los índices de gerentes de compras del sector manufacturero se mantienen en terreno contractivo. Se estima una mejora en la industria norteamericana hasta 2025”.