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Al iniciar el último trimestre de 2022 la actividad económica parece haber perdido fuerza, moderando su ritmo de crecimiento en octubre.

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La  economía de México, medida por el Índice General de Actividad Económica (IGAE), reportó un crecimiento de 0.03% de enero a octubre de 2022.

De acuerdo con información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el IGAE avanzó un 0.03% marginalmente en octubre respecto a septiembre; sin embargo, a pesar de la desaceleración respecto a los meses previos, ligó su cuarto incremento consecutivo y el noveno incremento de los 10 meses reportados en el año que está por finalizar.

 

Considerando las cifras originales, el IGAE repuntó un 4.4% en octubre a tasa anual, impulsado por el repunte de 5% en los servicios y de 4.7% en el sector primario, además de un avance de 3.15% del sector industrial.

 

Las cifras acumuladas indican que de enero a octubre la economía del país logró un crecimiento de 2.82% respecto al mismo nivel de 2021.

De acuerdo con analistas de Banco Base, “con respecto al nivel prepandemia, febrero del 2020, el IGAE muestra un crecimiento de 1.34%, siendo el cuarto mes consecutivo que se ubica por encima de ese nivel. Sin embargo, respecto a su máximo histórico, que se registró en septiembre del 2018, el IGAE muestra un rezago de 0.39%”.

 

Con base en el crecimiento mensual de octubre, la contracción mensual de 0.10% que muestra el IOAE para noviembre y asumiendo un crecimiento de 0.0% en diciembre, “el PIB podría mostrar un crecimiento trimestral de 0.56% en el cuarto trimestre, que implicaría un crecimiento anual de 3.9% y un crecimiento de 3.1% en el 2022”.

 

No obstante, los analistas destacan que hay muchos sectores que aún muestran rezagos fuertes, “especialmente los servicios públicos (agua, gas, luz) con -19.76%, la construcción con -6.73%, los servicios recreativos con -8.22% y los hoteles, restaurantes y bares con -4.13%”.

 

 

Por su parte, analistas de BX+ afirmaron que “el beneficio por el efecto reapertura será cada vez menor. Además, las presiones inflacionarias y el
endurecimiento monetario a nivel local y mundial comenzarán a debilitar el dinamismo en la demanda (consumo, inversión, exportaciones), especialmente en el 2023.

Para finalizar, indicaron que ante el deterioro en la demanda interna y externa, “prevemos que el crecimiento del PIB se desacelere fuertemente el próximo año, a 0.8%”.