Apenas el 2 de abril, La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) había dado a dio conocer, a través del Diario Oficial de la Federación (DOF), que el estímulo fiscal y las cuotas de producción y servicio (IEPS), se mantendrían, al menos, hasta el 8 de abril.
“Las gasolinas tendrán un estímulo de 100% equivalente a 5.49 pesos por litro en la gasolina tipo Magna y de 4.63 pesos en la Premium y combustibles no fósiles, y de 6.03 pesos por litro en el diésel”.
Lo anterior, debido a que los precios de las gasolinas en la frontera con Tamaulipas, ya muestran un aumento de hasta 5 pesos en los municipios de Reynosa, Matamoros y Nuevo Laredo.
La gasolina magna, en menos de una semana, pasó de venderse en 18 pesos para llegar a los 23 que se registraron el sábado, lo que sería prácticamente un aumento del 20% de los energéticos en la frontera.
El Presidente de los gasolineros en Nuevo Laredo, José Luis Palos Morales, dijo que la medida se tomó con el fin de homologar los precios con los de Estados Unidos.
Especialistas apuntan a que los precios de libre mercado siempre chocarán con los controles de precios, típicos de los gobiernos populistas y que acentúan la disparidad económica de un país.
“Si se pierden ingresos fiscales subsidiando gasolinas y ahora se quieren controlar los precios de los alimentos, que no se fijan tampoco en México, es porque la 4T no quiere que la inflación afecte la imagen presidencial y que su partido político no sufra un castigo electoral. Y será al costo que sea. Así lo hicieron los gobiernos populistas de los 70 y 80 del siglo pasado y lo único que lograron fue una crisis que duró varias generaciones”, destacó en su columna en El Economista, Enrique Campos Suárez.
Con información de El Economista, Milenio y Secretaría de Hacienda.