Los efectos directos tienen que ver con el comercio que lleva a cabo directamente nuestro país con Rusia y Ucrania, por lo que tendrá que buscar de inmediato la sustitución de importaciones con otros países.
El intercambio comercial con los países en conflicto ronda los 3 mil millones de dólares, que es relativamente bajo considerando el valor total del comercio exterior de México.
Si bien los mayores precios del petróleo pueden favorecer los ingresos presupuestales del gobierno, será inevitable que por la cotización internacional del petróleo veamos mayor presión sobre los precios del gas y la gasolina, repercutiendo necesariamente sobre los precios al consumidor que están en sus niveles más altos en al menos 20 años.
Los analistas prevén que los precios internacionales del petróleo puedan repuntar a niveles de 120 a 130 dólares si se prolonga el conflicto armado.
Esto, a su vez, genera la posibilidad de que la expectativa de alzas de tasas de interés para todo el año sea más prolongada a lo esperado hasta ahora.
No debemos perder de vista que la economía de México inició el año 2022 con debilidad en los servicios, que genera una pobre expectativa de reactivación económica.
Los riesgos a la baja de la economía a partir del conflicto armado entre Rusia y Ucrania, se pueden incrementar por el temor de que la amenaza de usar armas nucleares por parte de Rusia y que implique el riesgo de participación de países de Occidente, afecta más la débil inversión y la confianza del consumidor.
Debido a las sanciones internacionales que se han implementado en contra de Rusia, es muy probable que se ajuste a la baja la expectativa de crecimiento mundial. En particular, Estados Unidos dejará de hacer negocios con Rusia y tendrá un impacto en su economía, aunque sea menor, pero también tendrá afectación y para México es fundamental el crecimiento de la Unión Americana.
Este martes, con el inicio de marzo, conoceremos la encuesta de expectativas que realiza el Banco de México entre analistas del sector privado y podremos ver si se sigue deteriorando la perspectiva de crecimiento económico del país para 2022 y se anticipan mayores presiones inflacionarias.
La profundidad del conflicto y su duración será lo que determine los efectos directos e indirectos sobre la economía de México.